CAMBIANDO DE TEMA
Ya
que el juego produce buenos beneficios para nuestro estado de bienestar he
pensado que también lo podría producir para beneficio personal de cada uno de
los ciudadanos cambiando solo algunos detalles del actual sistema. Por ejemplo.
no se haría con juegos a números sino a nombres; nuestros nombres –el de todos
los españoles mayores de edad- estarían metidos en el bombo y cada día se
repartiría el premio entre un número determinado de personas. Si se recaudaron
90 millones/día pues el reparto sería entre los primeros noventa nombres que
salieran del bombo, un millón para cada uno. Se haría por provincias, cada día
a una distinta, y así en un año todos los españoles conseguiríamos un millón de
euros sin cargo alguno a las arcas del estado, y el año próximo a empezar de
nuevo. Y seríamos mucho más ricos, mucho, mucho más felices; y el pobre de
Amancio Ortega no tendría que regalarnos material de quirófanos. ¿O no?.
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