Poema Fuego y Cenizas, inspirado en
el poema número 55
del libro de Ramón Llanes “La Casa
del Mar”
está dedicado a la Isla de la Palma
Fuego y cenizas
Lloraron los mosquiteros canarios,
la tarde que crujió la tierra
y apareció la mañana envuelta
en un río de candela que lo inundaba todo,
quedó suspendido el pueblo,
la madre abrazó a sus hijos y corrieron
extraviados sin rumbo;
no tardó mucho que la lengua
de fuego llegara con furia al mar.
Los mosquiteros canarios
se quedaron sin árboles para cantar,
los niños sin escuelas ni juegos…
los feligreses sin iglesia,
las oraciones llegaban al cielo cubierto de rojo,
la luna giro su rostro para quedar petrificada,
los campesinos lloraban desconsolados,
toda su vida iba ladera abajo.
No hay nada que aguante las entrañas de un volcán,
nada, excepto el valor y la paciencia.
Quedaron sepultadas las hormigas
y quedó toda la Isla poco a poco
cubierta de lenguas de fuego y horror.
Faltó el pan, la ropa, el trabajo…
y se mudaron a casas extrañas para seguir viviendo.
Llegaron las cenizas que lo cubrió todo
con un manto gris de mortaja.
Nada, nada hay que pueda detener
a la tierra cuando cruje,
Pero llegó un día un sereno silencio que lo envolvía todo
y volvieron a pensar en el futuro. Paqui Aquino
/ 13 / 11 / 2021
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