HA SIDO EL VIENTO
Habrán sido miles las reflexiones
que hayamos tenido después del resultado electoral en los municipios y las
autonómicas quizá por el solo hecho de buscarle razonabilidad a lo sucedido o
acaso para echar la culpa a la campaña, al gobierno, a las políticas sociales,
a la división de la izquierda, a las leyes aprobadas a nivel estatal o incluso
a cada uno de los candidatos. Desde un noble disentimiento de cuanto he oído
vengo a quedarme con otra cosa a la sazón muy importante. Días antes, hablando
del estado del huerto con mi amigo Sebastián, vino a indicarme que estos
vientos últimos han causado mucho mal a las tomateras, “no crecen”, me decía.
Ya el domingo por la noche al observar los datos tan exiguos de la izquierda
pensé lo mismo que mi amigo, “lo rojo no crece por los malos vientos”; la
utilización de las enseñanzas de la naturaleza siempre ha de ser un recurso
para el aprendizaje y he querido traer esta imagen casi poética para encontrar
una conclusión lógica a tanto debacle y lo más acertado que se me ocurre es que
no hay causa empírica, ha sido el viento. Sopló para un lado como en otra tarde
sopló para el otro, nunca tuvo favoritos, el viento tiene esa extrañeza que
tienen las urnas de carecer de memoria.
Ramón
Llanes. 30.5.23.
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