MAYO DE PAR EN PAR.
Faltaron en el tiempo cántaras de agua de abril,
faltó el sonido viejo de una lluvia creciendo en los cristales,
el rubio de la tarde en descenso,
Se fue, dejando el color bermejo en la nostalgia,
dejando líquidos, alianzas,
los árboles sembrando las sombras;
llegó mayo, lo han dicho los siglos,
vino con senos de hembra
teniendo el nidal en más compromiso que promesa.
Las voces que erizan el adelanto en los besos
se eligen para vivificar el sentido
de estar plenamente en mayo
con espuertas de margaritas,
lirios silvestres y escorrentías en las comisuras de las tardes
que caen sin darse cuenta de que han llegado.
Por aquí, que siempre es animación de encuentros,
se oyen todos los sonidos,
se aprietan los panes, se emocionan las miradas;
por aquí, que siempre parece primavera,
necesitamos nacer de cada sueño
para descender de los ojos
hasta los cielos bajos de la madre adorada tierra,
entrañable y amena. Y mayo nos embruja,
nos alienta para todo el año,
hace de empuje con nosotros
que vivimos sin moldes y pegados
a la espontaneidad de los placeres.
Gentes de mayo, de par en par nosotros,
como el saber tenerlo, como pasearlo con propinas de calma, nosotros agachados o deambulando
en esa doble nacionalidad romántica
de un libro y un beso,
que para eso mayo abriga corazón y razones.
Ramón Llanes
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