UN MUNDO DE BUITRES
Tenemos el vicio adquirido de
vivir, hemos sorteado relámpagos, vendavales y sofocos, nos admiran las
galaxias porque hemos sometido a la desidia, cada cual lleva colgada su medalla de protagonista de algo, hasta los
miserables tienen su hueco y sus adeptos y parece que dominamos el universo.
¡Cuánta mentira!. Mientras nos ocupábamos de la cultura, de catar el vino de la
última añada, de leer lo actual y de fomentar el debate sobra filosofía o
inteligencia artificial, los buitres crecían a nuestro alrededor pareciéndonos
lo más natural; y no resultó extraño un desahucio a una familia sin recursos,
el inicio de una nueva guerra, el incremento de los puntos de interés en la
hipoteca, los recortes en sanidad y educación, la expulsión de inmigrantes. Nos
alertó un poco el debate político sobre la amnistía pero solo a niveles estrictamente
demagógicos, porque estar en su contra aportaba aceptación y voto, solo por
eso, que la idea del perdón propiamente dicho importa un carajo al personal;
también de este resuello apolíneo nacieron buitres y catervas de buitres que en
cada soborno encontraban un filón de riqueza. Y cuando hemos querido eliminar a
los buitres ya ocupaban mesas importantes, podían decidir y dominaban el
pequeño estado de nuestras quimeras. Ahí están ufanos y altivos mostrando su
slogan de “os cambiamos vuestros dioses por nuestros diablos”. Ingrato
descuido.
Ramón
Llanes 18 enero 2024.
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