VENIDA.
A
la vida llegué por un atajo,
despoblado
de suerte.
¿Un
remedio?: la inspiración,
¿un
resultado?: la voluntad.
Existencia
a tres bandas, tirando
cada
una sin paciencia,
nacería,
no nacido; más bien
a
empujones o impulsos,
rescatado
de la nada a la fuerza.
No
fue un halago, ahora
lo
advierto; tampoco un insulto.
Si
nunca poseyera conciencia cierta
de
la misión
ni
apariencia siquiera del desgaste;
era
la vida
y
había que enfajarse
para
la batalla.
Y
heme aún en triciclo de la niñez,
sorprendido,
solicitando
el libro de reclamaciones.
RAMÓN LLANES. 3/99
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