ME CUENTAN DE TI
A cuantos seres,
adscritos a Osma,
conviven en la paz de la
Madre con orgullo.
A quienes pregunto se
saben los recovecos de la liturgia general de la Pascua, la han
vivido, han puesto mantel y cacerolas en las quietas gramas naturales
que germinan en Osma y han volcado su devoción entre sus alegorías
de fiesta, como siendo quizá más protagonistas de lo esperado. De
más allá de los surcos que dividen encinas de arena, quienes te
conocen presumen de haberse entendido contigo y de llevarse buenos
grados de hospitalidad. A quienes nunca les faltó una copa, hablan
de ti con los modos en sonrisas, como si hubieran aprendido las
maneras del sosiego o como si hubieran soñado aquel lugar antes de
la visita.
Y me cuentan, sin
exageración, su afecto por los credos que te mueven y la admiración
por la tanta pureza en los pasos que se han dado en el tiempo casi
sin apenas perderse ápices esenciales de la identidad de culto.
Cuentan de ti que te desvives, que siempre se te pegan los ojos a las
esperas de invitados, que das con exceso de bondad de todo cuanto
tienes y que propones una actitud de servicio digna del mejor elogio.
Y me cuentan que te ennobleces, que lloras, que te emocionas con toda
la pasión cuando el martes se colma la exaltación en el calvario,
que gritas de alegría, que adoras la razón de pleitesía del
sirocho. Me cuentan de ti cuanto quizá nunca supieron decirte, todo
lo que se guarda en el momento que miran tu caballo o cuando te oyen
en el cante. Quienes se te acercan son observadores crecidos en
emoción que solo vienen para compartir contigo esa gloria terrenal
que aquel prado encierra.
Y como ellos, yo mismo
ensimismado en tus reflexiones, oyéndote callar los rezos, sentado
en el umbral de estancia que persigues para que el abrazo que das,
llene, y para que los besos que das endulcen. Yo mismo he sentido
contigo la condolencia y la más íntima compañía, allá por calles
arriba y abajo, por el camino de herradura; acá en la estética que
bien protege la Cabeza del buey y en todos los frentes de efemérides
que te son de alma. Y han sido míos y lo he contado y ahora lo
traigo al papel, como un recuerdo y como un agradecimiento.
Ramón Llanes. 1.2.2014.
Publicado en la Revista de Romería de Villanueva de los Castillejos y El Almendro.
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