RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

domingo, 6 de abril de 2014

MUDANZA


MUDANZA.


Levanté la semana con ganas de hacer algo inmenso que pusiera la dosis necesaria de delirio a los actos para que fueren respetados y produjeran el entusiasmo de los buenos momentos, dediqué los primeros días, léase lunes o martes, a meditar las grandezas que se listan en el protocolo de vivir que tuvieran capacidad de cumplir el perfil trazado. Acaso escribir un libro, acaso ponerme a las puertas de un organismo cualquiera a ofrecer mi huelga de hambre por un bien común (para que apareciera la chica perdida en Sevilla), acaso pintar con letras en rojo muchas paredes de Huelva y que me detuvieran más por buen pintor que por asqueroso, acaso repartir billetes de 500 euros por los barrios más necesitados, acaso ser mendigo, payaso, artista, poeta o afilador. Todo con tal de ponerle un aire distinto a una semana cualquiera, que solo se destacó por fútbol, frío, viento y cuesta arriba.
No sé, acaso cambiarme de peinado (que sería imposible), o cambiar la sonrisa por otra más cariñosa. Eso, algo inmenso, algo delirante.



Ramón Llanes.

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