EN BUSCA DE LA CALMA
PERDIDA.
Ha salido el honor como
una bala,
siempre se parece el
honor a las balas,
nunca a la dignidad o a
los sueños,
nunca las balas restauran
el honor.
Huele a desasosiego
en la sardana y el
flamenco,
hierve más el odio
que la razón, nadie ha
buscado
en las leyes la palabra
y comienza a herirse el
hombre
por sí solo, contando
los momentos
para que llegue el día
de la lucha,
es necesario vencer
para alimentar el orgullo
de patriotas nostálgicos.
No más que la calma y la
palabra
traerán comisuras
alegres
al ardor de los hombres.
Ramón Llanes. 25.
setiembre, 2017.
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