LO QUE
LA NOCHE LE DEBE AL DÍA
Me he fijado en tu cara de
sorpresa al verte llegar acomodado ya a esta finura del pensamiento haciéndote
en la gama impresionista del verso como un entendido más; me he fijado cómo un
casi neófito como tú, no hecho a esta extraña aventura de coquetear con la
lírica, ha desarrollado su ciclo experimental; me he fijado cómo habrán sido
los pasados momentos con el libro en el
armario y los amigos incitándote con la jerga de la impaciencia con aquello: de
qué va el libro, desconocía que dominaras también el arte de escribir, en qué
te inspiras, habrás escrito del amor, y tú con la media sonrisa, calle
abajo con un entripado de pudor en el ombligo y una mucha dosis de satisfacción
en el alma sabiéndote dichoso y respondiendo con un ya verás, no te lo
pierdas; me he fijado en estos últimos momentos de tus preparativos con la
encuadernación, las correcciones, celular en mano controlando los ritmos y te
he imaginado corriendo de acá para allá, con tus nervios a medio hacer y tus sueños
cumpliéndose; me he fijado en aquella tarde de cuando aun era estío y andábamos
con calzón corto por los andurriales del tiempo y me llamaras para solicitarme
opinión y yo te la diera poco después con un alegrón casi de susto por la
coincidencia y la complicidad en el sumidero de los versos; me he fijado en
todos los ciclos tuyos del antaño reciente, de cuando habláramos tanto de que
el arte está en las personas sin necesidad de uno u otro disfraz de escritura,
pintura, música o escultura; me he fijado en tus prolegómenos de zagal con un
montón de ilusiones que ahora reflejas en estos pájaros al vuelo; me he fijado
en tus colecciones de prosaicas verdades en la vida y de cómo en tus cercanías
de pueblo pusieras los mejores afectos; me he fijado que ya está todo dispuesto
en esta liturgia de la libertad de la palabra, la escena con sus sentimientos,
la efeméride condensada en el homenaje a ti mismo y a la obra que acabas de
finalizar y hoy presentas a los tuyos más leales, amantes de estar contigo y de
tus cosas; me he fijado en los motivos tan nobles que te han empujado a
empeñarte en esta grata aventura; me he fijado que aquí están todos, tus
familiares, tus amigos, tus zalameños queridos, las luces propias, los asientos
ávidos de gentes, la armonía que transmites; me he fijado que tu Carmen y tu
Vicente ocupan la primera fila y sonríen de placer aunque estén llorando por
dentro. Y yo aquí hablando y hablando.
Ramón
Llanes. Zalamea 28 octubre 2021.
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