Han tenido la osadía de inventarnos enemigos. y nos hacen luchar contra ellos, contra todos, a quienes no conocemos ni nos conocen, a quienes nunca nos lanzaron una piedra. Nos han convencido para aniquilarlos, ¡maldita
sea!. No me pongan en la fila con fusil y rabia, no me lleven a la contienda, no combatan en mi nombre, olvídenme en las cloacas o en los almacenes, no sepan mi nombre ni quienes son mis amigos, no me sigan mandando banderas, no recen por mí, olvídense de mi existencia, ¡maldita sea!.
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