ANTOLOGÍA DEL FANDANGO.
Parecía imprescindible se investigara
en nuestra provincia sobre el fandango, como valor cultural, como resorte
étnico y como medio señero en la antropología onubense. También se aconsejaba
que el estudio fuera veraz, riguroso y lo más científico posible para que se
dijeran todas las cosas que del fandango puedan caber, que son muchas. Por un
lado la letra, por otro la voz, (escritura y cante), en este modo, hacer
trabajo de campo, recorrer viejas tabernas, escuchar estilos, aprenderlos como
aparecieron en la historia y luego constatarlos, clasificarlos y determinar sus
distintas asonancias acorde con los melismas de la matriz. Era la tarea ardua y
complicada.
Ahora todo queda hecho. Esta semana ha sido
propicia, el solsticio ayudó por su luz a la confluencia de voz y letra, consta
ya en los anales pequeños de nuestra gran historia onubense. En la presentada
Antología del Fandango se recogen, creo que con acierto, rigor científico y
dignidad, cuantos comportamientos han tenido al fandango como telón, bozal o
desenlace, dentro de la contextura sobria del paisaje y de la idiosincrasia
popular propia de la cultura que se estudio.
Alguien tenía que escribir la obra, a alguien tenía
que ser antólogo de la misma y ha sido Antonio González, aquel Rociero otrora y
después El Raya, quien sin testigo dejado por herencia alguna, haya tomado sus
cartas en el asunto y durante diez años haya bordado la mejor obra jamás
publicada de la historia del fandango ,
sin menospreciar otras que aunque con similar criterio y valor solo recogieron
la parte escrita. Antonio es el héroe en esta batalla ganado al olvido. Porque
muchos tendrían en sus formas los conceptos interpretativos del fandango pero
poco estaba grabado y escrito de la manera de expresión del propio pueblo, de
cuando se canta borracho o cuando se acompaña golpeando con los nudillos en la
mesa. Para Antonio pues el merecimiento y el reconocimiento general y para los
intérpretes y colaboradores en la obra también un agradecimiento histórico.
Ahí queda eso. La falta de tenerlo se puede subsanar
con su compra a través del mecenas Caja Rural que la vende incluso a plazos. La
obra es extensa ( 12 CDs y un buen libro), pero resulta muy amena y desde luego
muy comprometida. Sinceramente creo que el fandango precisaba de este respeto y
que si no se hubiera hecho ahora alguien lo haría más tarde. Es la mejor
aportación que podíamos hacer, el mejor homenaje.
En definitiva la obra resume estudios de entendidos
y recopila más de 300 voces interpretando todos los fandangos de la provincia
de Huelva con estilos, modos, variaciones etc. Puede ser una especie de
Enciclopedia del fandango, una buena razón para el deleite y una excelente
herramienta para ahondar en nuestras raíces.
Vayan para Antonio González parabienes y ánimos. Su
obra ya es nuestra, es del pueblo porque por el pueblo ha sido escrita. Pero él
será siempre general de mando y mariscal. Curiosamente también él se merecía
este premio.
Ramón Llanes.
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