NOCHE POÉTICA.
Desde el
lugar que presta el 1900, anoche
sonó el poema. Por honor al hombre
de la sien rebel de, los labios
prominentes a las palabras, los recuerdos en el
bolsillo, Abel ardo Rodríguez, ser de
valentía y poeta con todas las mayúsculas que caben en su nombre. Allí quienes
le quisimos, quienes le queremos, quienes le admiramos, estuvimos hablando de
él, con él, para él, intentando convertir la tertulia en un verso cóncavo; y
así fue.
Por aquel
Abel ardo original, andador, filósofo
y onubense, pusimos voz a sus palabras, rquiem a su vida rota y luz a la noche,
con el hito de no conseguir traerle
(no hubiera cabido en aquel espacio)
pero sí conseguir tenerle desde la glotonería de los deseos. De esos personajes
hombres que parece que jamás se te pueden volar de la memoria, es Abel ardo. De esos poetas que nunca se creyeron
modestos, así es Abel ardo. De esos
magníficos que pudieron escribir “quien pudiera como tú, recién llegado, ver
por vez primera esta playa”, es Abel ardo.
Ramón Llanes. 11.11.05.
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