Azaustre
Lorenzo, Carmen
Ayamonte.
ISLA
DEL SUR: CANELA
Allí
donde los recuerdos se mezclan con el paisaje,
las
emociones florecen salpicando la arena
con
lágrimas vertidas, queriendo atrapar el tiempo.
La
brisa se posa en el rostro, palpitando el corazón.
Contemplo
el oleaje. El horizonte me transporta
a
otro tiempo, dialogando con
el
viento, la vegetación y el mar.
Este
lugar con nombre de flor y de canción,
cuyas
seis letras, pronunciadas una a una,
da
nombre a mi tierra: Canela.
Isla
trapezoidal al sur, te asomas con majestuosidad al Atlántico
y
con timidez al Guadiana, donde las aves te sobrevuelan,
apareándose
en un entorno especial,
dando
brillo a la desembocadura.
Tus
riachuelos, con un ritmo equilibrado,
encuentran
el lecho, se funden con las retamas,
llegando
a aguas más profundas, derritiéndose con la naturaleza.
La
unión embriaga, con un suave olor a hierba,
salpicada
por el rocío de la mañana.
La
realidad se torna melancólica;
los
pensamientos renacen dando sentido a mi vida.
Canela,
formas partes de mi existencia.
Luz
transparente, envuelta entre la marejada
de
tu mar y los sentimientos de tu gente.
Pinceles,
fotografías y poemas plasmaron la vida
de
tus arenales, de la bruma y de la sal.
Brotaste,
Canela, de la unión del sol y de la luna,
naciendo
de las marismas,
respirando
el olor a humedad, a salitre
y,
tras los pasos de las huellas, vuelven los recuerdos.
De la Antología HUELVA ES VERSO.
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