HUELVA (Pepe Baena)

Baena Rojas, José.

Arenosillos. (Palos de la Frontera).

HUELVA

Se me despeña tu nombre, muy despacio,

HU

EL

VA,

por la delicada frontera de los labios

cuando te construyo ,amante, con mi canto,
cuando tu esencia huidiza suavemente retorna
y mis manos renacerte quisieran
de una ola, tal vez,
encumbrándote , de nuevo,
desde el alto vuelo de la espuma ;
erigiéndote hembra- suaves los brazos,
delgada tu cintura-,
y verte nacer recién naciendo,
deseando beberme tu aire,
toda mar ,toda sal , céfiro alado,
navegándote islas, templos…
navegándote mi lengua
por entre las rendijas escondidas de tu cielo
hasta llegarte, hambrienta,
deshaciéndote en gotas pequeñas,
finísimas gotas
que aplacasen mi sed en los rigores del deseo.
HUELVA.

Se me despeña tu nombre lentamente,

HU

EL

VA,

cuando te veo emerger, soberbia,

con el sol de levante entre tus manos,

lanzándote atropellada, precipitadamente,

hacia mi pecho;

cuando mis ojos socavan tu vientre, rescatándote;

cuando apareces tú ,alta,

como una nube inasible, como una estrella,

entre la roja arena de la playa…

Tu nombre que, milagro único,

HUELVA,

brota ,radiante,

de lo más profundo de tu ser,

preñado de luz,

como recién nacido, claro,

imponente…HUELVA.

Tu nombre que no sirve

para dar noticias certeras

de quién eres,

-Tartessos, Grecia, Roma, América…-

ni para presentarte decentemente ante los otros

que sólo aciertan a vislumbrar, torpemente,

la apariencia sensible de ti misma,

-el atardecer desde El Conquero,

el silencioso misterio de Saltés,

el dulce navegar de los sueños

por los verdes esteros de la marisma…-

la vaga presencia de tu rostro,

pasión desamparada, cómplice ciega,

relámpago de lluvia,

conformándose

en la superficie más volátil de tu esencia,

como si lo uno-niveles de la totalidad-

fuese así desde siempre

en la heroica aventura del nombrarte:

HUELVA.

Reminiscencias sólo,

pedacitos de fonemas pronunciados , torpemente,

/U/ /E/ /L/ /B/ /A/,

que desgranan, sin quererlo,

un prolongado canto de plegaria.

¡Cuánta desmemoria, ay, en tu recuerdo!