Aquella verdad ronda las colinas -sobradas de siglos- que pueblan nuestra memoria; aquello eterno es el sur sin
caricaturas ni sobranzas, aquel es el padre que nuestra
patria nombra en cada pregón, aquellas son las mujeres que hacen que amen los espejos, este aire sabe nuestros nombres, las espigas son nuestras
palabras, las voces delagua llevan nuestro acento. Tú eres el monte, ella es la mar entera, nosotros somos la esperanza de esta longitud que acuna nuestra dignidad. Ramón Llanes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario