Mi
tierra me dio lo que soy y
me prestó lo que tengo, se
me pegó útil a
mi vicio de romántico. Mi
tierra es la causa del
cuerpo, la custodia del alma, la
conspiración amorosa que
recita versos desde la cuna en
mi piel de azogue. Mi
tierra permanece con los puños cerrados y
la furia en la mirada, mi
tierra no se ausenta de la verdad ni
desfallece. Mi tierra planifica
mi vida, conduce
mis ojos, enardece
mis sentidos y
me ama.
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