SER ENFERMO
Resulta adecuado y útil ser
enfermo por un día con la obligación de visitar un hospital y un quirófano,
observar el movimiento de las personas que hacen allí su vida e intentan cuidar
y salvar la ajena, oler esa extrañeza no existente en lo cotidiano, conversar
con esos pequeños dioses humanos y volver a casa restablecido. Lo hice, fui
atendido de una afección leve en el Hospital Vázquez Díaz de Huelva, y me sentí
muy importante, me atendieron como si fuera una intervención única, me trataron
con un respeto preciso y con una amabilidad distinta; para tan poca cosa
comprobé cómo siete sanitarios especialistas me convirtieron el rato de
estancia -solo acaso veinte minutos- en un lugar cálido y afable. Me fui casi
con ganas de haberme quedado y me traje al mundo un sabor a paz necesaria y un
agradecimiento grande por todo lo recibido. Y pensé en ellos en mi brindis de
mediodía.
Ramón
Llanes. Huelva 7.02.2023.
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