DEJAD TRANQUILO AL
FÚTBOL
Dejad que el fútbol sea
imperfecto, que se equivoque el árbitro, que los defensas despejen hacia su
propia portería, que los delanteros fallen el último penalty, que llueva y se
moje el césped; dejad que el público se enfade, que haya rivalidad emocional,
que alguien rompa su radio porque perdió su equipo, dejad que la contienda sea
un signo de vida y que exista el abrazo entre adversarios y se intercambien las
camisetas.
Pero impedid la violencia, que
los futbolistas defiendan sus colores sin necesidad de hacerlo con actitudes de
odio, impedid que los ajenos a este deporte tengan la osadía de “calentar” los
partidos por intereses de audiencia o rentabilidad; impedid que metan las
narices los propensos al insulto, impedid que vengan al campo los insidiosos,
los antideportistas, los directivos forofos, los alentadores de miedos, los
inconformistas con el resultado; haced del fútbol una plataforma de
posibilidades de diversión y placer evitando la gresca y el enfrentamiento,
impedid que los niños aprendan de
quienes se desahogan en el campo a través de descalificaciones y terror.
No lo toquéis que así es el fútbol,
dejad que siga siendo imperfecto.
Ramón
Llanes. 9.2.2025.
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