POR QUÉ ME LO CUENTAS
Resulta que la providencia social se alía con los malditos y tú vienes y me lo cuentas, me hablas en tu programa de tele, radio o prensa de aquel corrupto que se llevó el granero, de aquel violador que se persigue por la justicia, de los delincuentes que dedican sus costumbres a dañar las vidas de los demás; y vienes y me cuentas sus cosas y le encumbras y me enseñas sus caras y les das tan alto postín que me parecen héroes y me confundes y me engañas. Y qué poca atención muestras por los muertos en la mar, por las barcazas perdidas, por los avances científicos en la curación del cáncer y en los trasplantes, qué poco me cuentas de la música que viene a ardernos el alma, qué poco también de los libros, de sus autores, de la sociedad pacífica que es solidaria con los desasistidos del mundo; háblame de la soledad de muchos ancianos, de la falta de alimentos para los pobres, háblame de la educación, de la universidad, de los colegios, de los niños que progresan, de las mujeres que sufren, de los poetas que escriben sus versos para intentar conseguir una sociedad más sensible y no traigas a mi memoria dosis de personajes que manejan la maldad; halaga a los amables, explícame sus sueños y sus utopías. Entonces me encantará escucharte.
Ramón Llanes. 10.02.2025
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