ZAHORÍ
Este vocablo tiene una pronunciación preciosa y una composición semántica
de valor conceptual con calidad de culto; su expresión refiere a persona a
quien se atribuye la facultad de descubrir lo que está oculto, especialmente
manantiales subterráneos. Proviene del árabe clásico y del árabe hispano, de
zuharí geomántico derivado de azzuharah “Venus”, a cuyo influjo atribuían el
arte de la búsqueda. Dícese también, en terminología más general, de persona
perspicaz que adivina lo que otras personas piensan. Tiene dos sinónimos muy
curiosos: rabdomante y radiestesista. En la actualidad el zahorí es el
auténtico buscador de agua para encontrar lugares escondidos en el interior de
la tierra con flujos y corrientes importantes. Con frecuencia usan dos varillas
de bronce o palos que colocan en sus manos de manera separada y advierten la
humedad solo con la unión de las mismas sin necesidad de empuje. Es un arte y viene
a nuestra página con simpatía y honor.
Ramón Llanes. 16.02.2025
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