CAUSAS DEL OLVIDO
Por qué
se entristece este tiempo
de ventanas cerradas
por la rendija del proyecto;
por qué
las rosas ni son rosas ni huelen
a dos días después,
por qué
el adiós a las memorias
para bien de los olvidos.
Y la injusticia, por qué;
y los abusos, por qué;
y esta constante dolencia de tripas
de tanto desencanto, por qué.
Maldito olvido
que nos enfila a oscuras conciencias
y laxa verdad.
Todo esto no era preciso para vivir.
Ramón Llanes.
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