Sonidos del agua escondida
Témpano en el curioso dormir
del agua fría,
por secuelas de la vida
dejaron las ramas puestas
a la soledad,
luego bebían las bocas sedientas
de hombres sedientos
que buscaban vida en las vidas del agua.
El socavón premiaba la búsqueda
y el agua se consentía aplacadora,
escrita de lealtad de tiempo,
hecha al sondeo
y siempre dispuesta
para la sed de los hombres.
Ramón Llanes. (MINERALOGÍA DEL ALMA)
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