POSADA

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POSADA


Cada alma, aquí, 
tiene un sentimiento grande hospitalario y acogedor, 
amable y afectuoso. 
Cada alma es un signo positivo de posada, 
una materia grasa de apego. 
Es así la mina, extensa, humilde y cercana;
y sabe recitar en cada hora los versos de la paz, 
ofreciendo la mesa entera, el abrazo completo, la cama hecha. 
Es así la mina cuando no le aprietan la rabia, 
es así, compleja y humana, trabajosa y sensible. 
La mina posee unos códigos de conducta 
no escritos en la planas pero inequívocamente respetados. 
Son los códigos de las entregas con ansias, 
de la posada abierta siempre al caminante. 
Y luego se harán transeúntes amigos 
que pondrán sus halagos en las piedras 
a modo de agradecimiento y ofrenda.


Ramón Llanes. (de MINERALOGÍA DEL ALMA)