Te
dirán que me vieron por la lluvia paseando,
sin paraguas, sin honor y sin maleta, mirando
al sur, viendo en los días cómo
hacen respirarse las horas del poeta en
tardes de pasión y de paisajes, viendo
ponerse el tiempo y
aparecer un contraluz de rebeldía en los
ojos calmos del aguacero invicto
del ser de la tormenta. Si
yo no fuere acaso huyendo y
perdido entre la sombra quizá
fuera mi alma aparentando
que setiembre es mi sorpresa para
deleitarme en los truenos del ocaso y
regresar con el agua bebiendo en mi chaqueta. Ramón
Llanes
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