RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

martes, 26 de septiembre de 2023

OTOÑO

 OTOÑO.

Se ha ido, tenebroso, el verano. Miradas que le tachan, elogios que le animan, quedarán en la cancela de atrás, anexión a la compostura. Hasta pronto las arenas, el bañador, las sombrillas; llaman a podas y verdores, a primacías de nubes, a claroscuros; tiembla algo más el universo, por aquí gasta bromas, gotea o escandaliza a las correntías, presiona al cansancio, pone trampas, siempre de agua, o calla y se viste de sol( otra vez), imitando cualquier tiempo pasado que fue mejor.
El otoño cristaliza su edén en la promiscuidad de retazos de temporales para que conceda fuerza a las armonías de la naturaleza y se asienta en lodazal, en bautismos y en esperas. Caen las hojas al precipicio de la nada, a marchitar mientras lloran las de arriba que se mecen con el temor a cuestas. Es suculento el vano crepitar del árbol y ayuda, enternece, preconiza preludios.
Laderas de otoño, el viento tensado, la sombra pobre, el peral sin hojas, las amígdalas hinchadas, el anticipo de frío, la copa que se enciende en el rito del picón, el consuelo de los charcos y titantas sensaciones más, propias del ciclo. Otoño, gris perla, romántico, enamorador, tú lo sabes. Cita de ti, contigo, en la entreabierta penumbra del ocaso, practicando contigo las muchas maneras de consensuar el entendimiento.
Alguien malgastará las horas, no el otoño, nunca la naturaleza. Alguien remedará calores o nevadas, nunca el otoño. Prestigia el musgo, araña un poco del pasado un tanto del futuro, raciona su valor. A mañana llegará un tren de manzanas con hábito de madurez desde las colinas altas del otoño de la sierra por el acaso que sobra en el almanaque y falta en la delicadeza; y mañana sanará con recelo a la más débil planta, casi otoño entero o casi relampagueo.
Ayer sería media docena de espectativas y pronto serán casi muchas o más hasta que camine la otoñada por la vanidad que le pertenece y todos esperen una respuesta de costumbre, como cuando los niños se duermen y se despiertan de sueños llorosos; así, con el otoño en las manos, traerá cerezas el huerto y frescor único la tarde, algún día.


Ramón Llanes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario