No mejora la piel con el olvido ni el tiempo pierde la memoria ni desaparece la costumbre de pensarte. No se me caen las cosas de las manos si me nombras ni me domino el vuelco del corazón si te veo ni pierdo el sabor de tus besos. No consigo saborear la ternura de la ausencia ni me quedan provisiones para tanta soledad ni he recibido consejos del diablo. No me acuso de vivir ni me molesta ni me alegra más bien me ha perdonado la muerte tantas veces como te perdía o más bien me aceptó de nuevo la vida tanto como para soportarla. No me hace falta rendir cuentas del dolor ni del veneno, solo los versos de la tierra que me escribe, me identifican con un apunte de sueño, mi recompensa. Rllanes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario