ALGUIEN LLAMA A LA PUERTA

ALGUIEN LLAMA A LA PUERTA

Nos hemos levantado como siempre, hemos encendido las sombras para no desfallecer, ha venido el cartero con los sobres de los impuestos, hicimos juntos el camino de ida a los entornos caseros de mercado, peluquería, casino, nos sonó el móvil más de cuatro veces, llamaban de algo parecido a una compañía de no sé qué, nos olvidamos del telediario de hoy, nos sentamos para el almuerzo, nadie vino a vernos, eran las cuatro y esperaba la siesta, hacía más calor, los pájaros no duermen hasta la atardecida, los coches hacen ruido, los niños juegan a la play, se hace más insoportable el tiempo de espera, leemos un largo rato, observamos cómo va anocheciendo sin poder parar al tiempo y de pronto, ya a las tantas, alguien llama a la puerta, abrimos, es Ana, una niña que se ha perdido y nos conoce desde ayer, viene -dice- a traernos la única sonrisa que le quedaba. Ahora empieza a tener significado el día.

Ramón Llanes 2.8.2024