Cuarenta
y dos.-
¿Quiénes
surgían del azufre,
quiénes
del trigo?. Seres del doquier
hincados
en la esperanza,
llegados
con el viento más soplón
a la
misericordia voraz
de los
entresijos de la mina.
Cuando
era sueño dejar el trigo
para
subir a la risa
se
aparejaba el bulto con mantas
de
aprecio para espantar
el
sinsabor de la derrota, allá
siempre
acudieron los miedos
sin
clarín de aviso,
del
campanario venía la tristeza
en
forma de muerte
y
ocupaba la arritmia del llano,
se
ponía gris la conciencia
porque
de todos pareciera propia la muerte,
entonces
se dejaba de soñar
para no
perderse la fuerza en fantasías,
para
estar preparados al precio desalmado,
los
gritos se unían todos
para
que doliera menos el dolor.
Ramón Llanes. (De ASOMOS DEL MIEDO)
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