SILENCIO,
SE RUEDA.
Huelva
celebra su edición de cine
en
una película de trabajo y trabajo
en
pro de una fantasía
que
a la postre ha unido culturas
entre
hermanos esperriados por la lejanía
de
las orillas que han puesto lágrimas de emoción
a
esta tierra al estilo exigente de la vida contada.
La
noble ciudad Onuba ha hecho de acogedora siempre,
abrazadora
y alegre para los suyos de otros lares.
Le
dejó de ser ajeno el ajetreo,
ajenos
los dejillos de los lados sur de América,
la
versatilidad de los personajes,
el
encuentro con los famosos.
Huelva
es ya un cine inmenso
que
llega desde la mar
para
poner en la pantalla
nombre
a una singular manera de premiar el arte:
estar
aquí y vivir la ciudad.
Ramón Llanes.
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