NOMBRES
Fue solo un recorrido imaginario, buscando sorpresas o contrastes,
divagando entre la insolencia y el error, me resultó gratísimo, estimulante y
provechoso. Allí estaba la cárcel, un centro penitenciario nuevo y bien dotado,
más de quinientas personas lo ocupaban, esto fue lo lógico. Pensé todas las
cosas, todo lo que alcanza un pensamiento en una tarde cualquiera, luego, entre
cálculos y rótulos, advertí que este centro para “guardados” se encuentra en la
avenida de la libertad ochenta y dos, paradoja. Manzanas después, calle de la
luz, completamente oscura, con balcones taponados por los pisos de enfrente,
con la estrechez propia de las grandes ciudades, con el desencanto de más de
los cuarenta vecinos que se adaptan posiblemente sin vivirla. Busqué el buzón
treinta y dos de
Descubrí
No me cansé de comprobar las tantas perspectivas de nuestra
imaginación.
Ramón Llanes
No hay comentarios:
Publicar un comentario