RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

viernes, 30 de agosto de 2024

LA VIDA DE FONDO

LA VIDA DE FONDO

Suceden en la vida
cosas extrañas
que parecen heridas
que te acompañan,
son causas perdidas,
manchas de agua,
hojas medio caídas
sin esperanzas,
razones escondidas
que al alma dañan,
con nostalgia se cuidan
de amor se espantan
y parecen mentiras
verdades claras,
quién pudiera dormirlas,
no despertarlas.

Ramón Llanes

AMANTE

AMANTE

Oculto llevo tu nombre
en el forro de mi mano
por temor a que me roben.
Ocultos guardo tus besos
en los poros de mis labios
y a nadie se lo confieso.
Ocultos tus ojos guardo
en el alma del recuerdo
del rincón enamorado.
Oculto hasta el pensamiento
de cuanto juntos pensamos
para librarlos del viento.
Oculto las tantas horas
que en sueños nos visitamos
para engañar a la aurora.
Ocultas por los inviernos
tus palabras he guardado
al calor del sentimiento.
Y por ocultar oculto
el decirte que te quiero
por si me quedara mudo.

Ramón Llanes.

CORREVEYDILE

CORREVEYDILE



Que ya es temprano para la pasión

que han sonado los primeros ecos

que huele a limpio en la basura

que mandan en los miedo los miedosos

que la luna tiene rasgos de melancolía

que no tiren el estiércol a la memoria

que hoy también se hará la noche

que fingen el oro y el diamante

que se les nota palidez a los besos

que han llegado tarde a casa las flores

que no sufran los románticos

que la muerte se salvó a última hora.

Corre ve y dile.



Ramón Llanes.

jueves, 29 de agosto de 2024

ATENTO

ATENTO

Está el paisaje veraneando de nosotros
con su puesto de helados
y su sombrilla. Estoy atento
al mechón que se le cae a la tarde,
a los prismáticos, a los ojos,
al cuento indígena que me ruge
la siesta, al manzano, a la lentitud
de las horas. Atento a distinguirme
entre la soledad y el espacio,
atento a masticar sin morderme.
Anoto fechas, me inclino en el riego,
pongo el agua en su sitio
y no me cabe, sobran cuadrículas.
Luego tú, sin conciencia del dolor,
con esa razón de salvarme
me hundes. Luego, la tarde
hundiéndome también
y la noche al acecho,
luego, el sueño que invita a no despertar,
la singularidad de un bostezo,
la dosis de lumbalgia,
luego, nosotros, desposeyéndonos
en la distancia, atentos a no conceder
ventajas al recuerdo.

Rll.

AHORA VENGO YO

AHORA VENGO YO



He venido a cambiar el último subrayado en rojo del horizonte que ayer puso la tarde en las puertas de la noche, no me gusta el rojo, tiene demasiada fuerza para anunciar la oscuridad; vengo a ponerle al amor el nombre de las cosas que se mueven sin ser vistas, no le llamarás a partir de mañana “amor” a la manera de expresarnos el sentimiento del afecto y más allá, detecto las líneas pálidas de los labios besados en la trayectoria del preámbulo del beso; cambiaré el concepto que tienen las flores en la belleza para inculcarles algo de suciedad, las consonantes nunca deben presidir palabras hermosas, se hará la fealdad si esta responde al código que me gusta. No te llamaré amigo, que desde ahora serás la controversia de mi pulso, el anonimato de mi secuela de hombre, no me gusta la palabra amigo, acaba en vocal que a su vez es nihilista, se confunde con un cero. Y acaso sepas que para cambiarlo he venido yo -todopoderoso incauto- a desculturizar la vida porque en el pupitre donde habito no están bien vistas las palabras que acaban en “da”, gustan más aquellas que finalizan en “mi”. Lo siento, acostúmbrate, debes obedecerme aunque yo no entienda de esto. Busca tú mismo el mensaje.



Ramón Llanes.

HOY VIERNES

HOY VIERNES.
Es viernes. Hoy, -otra vez, otro año más-, es el aniversario de la guerra. Quizá no todo sea Palestina pero sigue ahí, con el desvelo, la agonía y la destrucción. No nos ha llegado el horror al ombligo, hemos desaprendido a temblar, estamos fumigados de desesperos y las lágrimas se han secado de no usarlas.
Aún siendo viernes las cosas nos ponen tristes y nos desaniman y casi no somos capaces de resurgir con la fuerza misma de hace otros tiempos cuando teníamos agallas humanas en todas las estribaciones del espíritu y asestábamos reproche a quien pusiera por delante su falacia. Son otros tiempos, estos tienden a la resignación y al conformismo, nos acostumbramos a darles la tarea de pensar a los más intrépidos, a los cínicos y a los trápalas y nos va mal. Son otros tiempos y ya tenemos de indolencia las manos llenas, somos el revés del compromiso, lo menos valiente, somos. Quizá hayamos tocado fondo.
Nos ha resultado más social pensar en el festín de horas que tenemos por delante para dedicarlas a celebrar un aniversario inusual que nos invite a cerrar las puertas de los sonidos de las bombas y nos dediquemos a sintonizar cadenas de documentales de naturaleza, encender el ordenador por la parte verde y tragar todos los partidos que pongan. Y el lunes iremos limpios con una conversación que no castigue nuestros sentimientos ni toque de refilón la conciencia para poder decir como siempre, “no me enteré”.
Hay mucha tregua, la guerra es todos los días, nosotros sobrevivimos al soniquete de las noticias y cenamos arándanos de postre con permiso de nadie; qué nos puede importar una guerra más.
En el desayuno preguntó la niña por el responsable de las guerras y no supimos responderle con verdad, no le dijimos que también nosotros arrastramos culpa ni le hablamos de la ética, nos limitamos a escenificar el horror con palabras de auténtica hipocresía, de tal manera acabamos el desayuno y nos pareció que en ese preciso instante habían terminado todas las guerras, y salimos huyendo de casa hacia el colegio para dejar a la niña. Luego lo de siempre, el beso, un hasta luego, una sonrisa y un pequeño olvido, lo de siempre.
Todo lo que nos pueda atentar contra el sosiego tiene solo unos minutos de caducidad, para eso están diseñadas las capacidades genéticas, intelectuales y emotivas del ser humano, nada debe estar molestando en el interior más del tiempo asignado y la responsabilidad personal y colectiva con el entorno y con todas sus consecuencias posee una significación especial para aquello de disimular que somos nosotros protagonistas del invento y del resultado. De ahí hasta dominar los conceptos de implicación o desidia hay un trecho similar a la imprudencia, al desorden y a la maledicencia, o todo junto. La culpa no pesa en el cuerpo pero duele exageradamente en el alma si de personas con cierta dosis de cordura se trata.
Ramón Llanes.

miércoles, 28 de agosto de 2024

PROVERBIO CARAJOTE


 

IMPOSIBLES

IMPOSIBLES



Para convertirse en libre

anduvo la libertad

horizontes imposibles.

Hasta confiarse hermosa

mil emociones vivió

con humildades la rosa.

Para de azules ponerse

el mar se vistió de cielo

en infinidad de veces.

Para ser inquieta el agua

en nubes permaneció

dolida, desesperada.

Para llegar a volar

el pájaro desaprendió

el oficio de esperar.

Al hombre para ser dios

le bastó con apagar

la luces de la razón.



Ramón Llanes

LOS OTROS

LOS OTROS
Los otros vuelan sin pies,
desconocen las veredas,
se olvidaron de nacer
junto a las espigas nuevas,
nosotros somos de ayer,
humanos de raza vieja
que antes de saber volver
fuimos caminos y sendas,
los otros quieren llover
y nosotros agua quieta.
Rllanes

FANDANGO. REDUCTO


 

martes, 27 de agosto de 2024

SOMOS

SOMOS

El viento vivo de hoy, somos,
la telaraña de ayer,
el socavón que dejaron los enebros,
la arenilla pequeña de la gran playa,
el pulsador de llamarte,
los herederos de los descubridores
en reproche y gloria,
somos un eco con nostalgia
y acaso un lirio seco
en un arriate descuidado,
una manzana al sol, el agua turbia,
la inteligencia consagrada,
la vía muerta del último tren,
el escándalo de nuestra propia efemérides,
somos un fracaso tras otro
pero somos la vida.


Ramón Llanes.

DECÍAMOS AYER

DECÍAMOS AYER



Andábamos ayer por los tejados tonteando con la quimera de prestar título de honor a la amistad a costa de romper si hiciere falta el credo o el carnet y muchos expresaron su crítica opinión o se adjuntaron al proyecto. A la vista de resultar casi imposible renunciar a aficiones, vicios o ideas, asoma por mi pensamiento otra fórmula que podría implementar la primera a fin de evitar un fracaso colectivo al tratarse de cuestiones que pertenecen al intimismo natural y constituido del respeto a los derecho irrenunciables. Puestos ahí el sistema debe ser capaz y al menos intentarlo de acercarnos incluso conociendo la distancia entre unos seres y otros; sería la aceptación de cada cual por el otro cada cual con toda su plebe de prejuicios y beneficios; si tampoco esto fuere aceptable ni aceptado debería el sistema sentar bases de deseos de cada individuo. Saldría a la luz que posiblemente todos -refiriéndonos a personas que respondan al perfil de demócratas como mínimo y con dosis altas de humanidad-, todos quizá podríamos acordar que jugamos para la consecución de lograr un mundo mejor y siendo mayoría nos podríamos plantear la segunda etapa entrando a colación “las formas a emplear para llegar a dicha meta”. Os lo dejo hasta mañana.


Ramón Llanes.

AQUEL DÍA DE LA LLUVIA

AQUEL DÍA DE LA LLUVIA

Aquel día de la lluvia, ¿recuerdas?, cuando quiso la casualidad que nos conociéramos en el ascensor mientras mirabas el móvil, aquel día que no era sábado ni se habían producido noticias especiales ni me vestí de frac ni me sobraba dinero, ese mismo día casi sin santoral ni cumpleaños, cuando todo se convirtió en rutina, un oscuro martes de octubre de insulso agrado para mi memoria por haber olvidado los nombres de los nombres de quienes me esperaban en clase para no celebrar una nota alta en el examen ni tenía ganas para salir por la tarde ni remota idea de encontrar a alguien para besarnos en la escalera, ese día pánfilo tú subiste al ascensor y me miraste y me sonreíste y te pregunté por tus sueños y me mandaste a callar y te hablé del mar y se nos paró la vida y no supe si darte un beso o una isla y se me levantaron los ojos de tanto tú en ellos y sonó un timbre como una melodía que nos invitara al abrazo y se me cortó la respiración, ¿recuerdas?, ese día mismo en que nos volvimos locos de amor por vez primera porque la existencia estaba toda en un ascensor con sonrisas donde nos besamos apasionadamente casi sin libertad de movimiento como dos seres ingenuos que nunca habían comprobado la capacidad de sus miradas, ese gran día que ya es efemérides en nuestro amor, ¿recuerdas?.

Ramón Llanes.

lunes, 26 de agosto de 2024

ENSALADA DE ORÉGANO

ENSALADA DE ORÉGANO



De sabrosa frescura viste la ensalada de orégano (también llamada por aquí ensalada cerreña) y de una capacidad nutriente altamente natural; con tomate maduro rallado, pimiento picadito, algo de pepino en lo alto y su buena porción de orégano se hace este manjar de pobres que nunca probarán los ricos. Su aceite, su sal y su vinagre y ni acaso otro condimento que las ganas. El Andévalo nos deja en herencia esta joya culinaria para ayudarnos a disminuir el fragor del caluroso estío y a su vez nos sirve de alimentación para dar paso a la almohada donde la siesta esperará con sosiego el trance de las horas ardientes. La arritmia entonces se evade, el estrés se pierde y el sueño deja entrever que merece la pena rodearse de sabores. A esta humilde ensalada se atreve mi modelaje de hoy hacerle el monumento lírico para que sepan los tiempos cómo se nos acumulan las emociones con estas delicadezas tan sencillas y tan necesarias. Si aun no probó una ensalada de orégano, no tarde en hacerlo, se sentirá mejor y mirará la vida con más agrado. Ya me dirá.



Ramón Llanes



domingo, 25 de agosto de 2024

AYER Y MAÑANA

AYER Y MAÑANA.


Me pregunto qué será del ayer vivido con intensidad y qué también del ayer maldito que trajo consecuencias nefastas a nuestra vida; a dónde irán las ilusiones no cumplidas y los deseos rotos, a dónde la fuerza que pusimos a las emociones y el amor que fuimos derramando; ¿quedará todo en un cajón sin fondo ni constancia?, ¿ se irán los suspiros a un aire sin límite?, ¿algo tendrá eco y constituirá resorte o estela para la memoria?. No sé, no sé.

Me pregunto qué idearemos para el mañana, para seguir superviviendo a los envites, para consolidar la estampa de creencias que fueron referencias concretas de nuestra misión; qué vestido le pondremos a nuestros huesos, qué cristal a nuestros ojos para que sigan mirando las cosas, los objetos, las personas; qué brillo le daremos a un cansancio o qué bálsamo a un sosiego, qué de buen hacer seremos capaces de diseñar para ese mañana incierto y provocador que nos sopla el cuello, qué de miserable o generoso será nuestro corazón pasados los años y a la vista del futuro posible. No sé, no sé.

Me conformo con ser un presente ajustado al troquel, una pieza más de la esperanza, una rosa en un jardín silvestre, una voz del silencio, un esqueleto sin autopsia. O me conformo con ser el pensamiento retorcido de un odio inolvidable, o un condenado a la reencarnación del lobo, o un preso con la condicional para toda la vida, o un imbécil que trata de convencer de su inteligencia, o un inteligente que se dedica a prostituir paisajes. Tampoco sé.

Doy un paso en el presente y me encuentro en el mañana, recuerdo mis horas de niño y estoy en el ayer; ¿a quién pertenezco?. Si doy un grito rompo un silencio, si escribo me desnudo, si hago una foto inmortalizo un paisaje, si pienso creo una idea, si amo tengo emociones y si me voy certifico que estuve; ¿qué hago?.

Quiero hacer una foto, escribir un poema, solicitar un paisaje para mi ventana, amar, seguir amando; todo sin romper el presente, sin alterar el ayer, sin molestar el mañana. Atentamente.



Ramón Llanes

SUSURROS

SUSURROS

Oirás el búho recitar batallas
al pié escondido de la dehesa, el chamariz al día,
la calandria que desmiente, el galgo manso,
los protocolos del campo
que marcan el sopor y los dominios
en la tomiza,
oirás a quienes no están
llamando en las aguas al brebaje de un belfo,
acaso oirás dormir a las palabras.
Evoca, no es el gozo tan amplio
ni tan somera la luz, evoca que has amado
y bébete la añoranza de un sorbo hasta morderla,
no es mejor el pensamiento.

Rllanes.

sábado, 24 de agosto de 2024

CALLE DEL OLVIDO


CALLE DEL OLVIDO


Han puesto flores en la calle del olvido
para herir más a quienes la habitan,
han prometido quemar el tiempo,
quemar el tiempo que nace
por aquella ruta de alfileres.
También han puesto luces
a la calle para que se vea
mejor la tristeza. Han doblado las esquinas
con promesas de trampas,
con persianas verdes y manteles viejos
de hule, con cables negros,
con remiendos han colocado
columpios a la tercera edad.
Todo fue extraño hasta que pisó
el alcalde la sombra
y trajo la inesperada fábula
de la esperanza. Alentó y felicitó,
se creció para esconder
en la palabra alta sus miedos cumplidos,
sus miserables compromisos
destinados a cualquier enmienda
de bondad y progreso, imperceptible
ahora en la calle del olvido,
con flores, luces y más descuidos.


Rllanes



UNA ODA INACABADA

UNA ODA INACABADA

Cuando llegué ya estaban los árboles y la mina. Ellos crecieron
conmigo, crecieron los árboles, creció de sobras la mina.
Nos hicimos socios en el respeto. Acabé siendo razón y piedra,
hoja caduca. A veces estorbo, a veces rey, a veces intrépido
pero formábamos una sociedad perfecta para los debates
y sobrevivimos a pesar del cansancio. Ellos ya estaban
cuando llegué y supongo que no iremos juntos al desierto,
me mandarán de explorador y seguiré siéndoles fiel y alegre
como hasta aquí. Ellos, lo sé, no cerrarán con llave la esperanza.


Rllanes

LA ÚLTIMA PÁGINA

LA ÚLTIMA PÁGINA.
Es la última página del invierno
que cierra el frío y no me abrasas
de calor.
Es la última página de tu libro de amar
y no me llevas al verano
contigo.
Es la última página de un ciclo de besos
y nadamos pasmados
en ausencias.
Es la última de las páginas de la vida
sin palabras ni tiempo ni soledad
ni sueños.
Es la página muerta, el epílogo
de las huidas desenamoradas,
el último golpe.
Es la escritura de un adiós silencioso
escrito en el último renglón de la página
que desamas.
R. Llanes.

FANDANGO. EL ÁRBOL


 

viernes, 23 de agosto de 2024

FLORES DE CHOCOLATE

FLORES DE CHOCOLATE

Siempre sospeché que no me llevarían chocolate al tanatorio. ¡Malditos desagradecidos!. Allí presumían de afecto y calentaban una condolencia al uso de agradar mientras los familiares, mis familiares, se lloraban toda mi ausencia, se tragaban los recuerdos, palidecían. ¡Oh, qué escena de flores!, coronas y sándalo anunciaban la resurrección de mi carne, ¡creyeron que había muerto!, cortejaron la sinrazón de una vida tan corta; el poeta había muerto, pero nadie trajo chocolate a su lecho, confirmaron mi sospecha. Por venganza, mi última venganza, les negué a todos la palabra. Ellos me animaban, se estremecían, me contaban recuerdos, me abrazaban, yo permanecía quieto, con los ojos cerrados y pensando que necesitaba chocolate.
Al momento de la siesta, eso sí, respetaron mi costumbre, me dejaron solo, las avispas del tanatorio guardaron un silencio de respeto, las flores dejaron de oler y la luz se metió en los rincones de la primavera, de aquel veintinueve de un abril eterno. Me despertó un niño que llamó a la caja confiado que sería la puerta de entrada a la vida, me sonrió, le sonreí, me preguntó si estaba triste, le volví a sonreír y corrió a los brazos de su madre sin dejar de mirarme.
Ellos eran muchos cuando rompieron los llantos otra vez, antes de la hora de una despedida sin retorno. Nadie reparó en mi chocolate, nadie recordó cuánto me gusta y en eso que, antes de subirme a sus hombros, les preparé la mejor treta de mi imaginación. Me acerqué a una de las flores, la más hermosa, la acaricié en tono mío, la saqué del enorme florero, me la llevé a los labios y le puse un beso; ¡sentí el sabor a chocolate que tanto deseaba!. Ellos enmudecieron sin soportar que saliera de la estancia con mi flor, esgrimiendo una sonrisa de travieso y otra sonrisa de libertad.


R.llanes.

jueves, 22 de agosto de 2024

LA LITURGIA DE LA PROBANZA

LA LITURGIA DE LA PROBANZA


Perdí la emoción cuando me colocaron en el extremo de una mesa larga llena de copas lujosas sin llenar, me saludaron con cierta cortesía –quizá pensando que fuera yo el político de turno que acudía al acto para cubrir el protocolo-, comenzaron a servir los vinos después de unas elogiosas palabras del Presidente sobre la importancia de la liturgia de la probanza mientras algunos miraban con curiosidad mi aspecto desenfadado.

Al comprender la confusión preferí seguir el juego y probé las ocho especialidades de vinos de crianza que adornaban de emulsión y placer tan barroco lugar, miré con agrado a los otros miembros del jurado y me dejé llevar por la sensualidad fragosa y profunda del gusto. Casi olvidé la causa de mi presencia al sentirme gratamente favorecido por el honor esporádico que me hacía el destino y ni siquiera quise ahondar en consecuencias, ¡me sentía tan bien!.

Acerté en la elección del mejor caldo, fui calurosamente aplaudido –ellos seguían tan equivocados como yo-, recibí como regalo una botella del vino ganador y volví a casa con una sonrisa. “A veces –como en la vida- se entra para recitar un poema y se sale con un vino en los labios.

-Parecidas sensaciones- pensé”.


Ramón Llanes (Del libro TE CUENTO)

FANDANGO. ACASO


 

APUESTAS

APUESTAS

Apuesto mi Paz y mi palabra,
mi ilusión, mi deber y mi conciencia;
apuesto mi libro y mi temor,
mis jueves por la tarde, mi pensamiento,
mi linterna y mi sombrero.
Apuesto la Paz de la palabra,
la persiana de las luces rotas,
los paisajes sin fusiles, la mirada y el recuerdo;
apuesto contigo por el mundo sin hacer,
por las tormentas del tiempo,
por las retinas cálidas del alba,
por tu blusa de domingo,
por los sueños
y por las muertes de los hombres pacíficos.
Apuesto con vosotros mi soledad,
mis agallas, mis trenes de las doce
y la libertad de mirarnos.
Apuesto con vosotros
el genio que nos tiene apostados a la vida.

Ramón Llanes.

miércoles, 21 de agosto de 2024

EL ESPEJO DE LA COCINA


EL ESPEJO DE LA COCINA

(Del libro TE CUENTO)


El espejo de la cocina está pendiente de mí, me responde, me inquieta, me soporta y me recuerda mis imposturas. Tiene mi cara grabada y a nadie le cuenta mis secretos, es mi mejor confidente. Sabe todo de mí, nos tenemos un sobrecogedor cariño.

Anoche cayó al suelo, se hizo mil pedazos y se llevó la mitad de mi vida en sentimientos y verdades, sentí que había acabado definitivamente con mi memoria.


Ramón Llanes.

LA MEJOR HUMANIDAD POSIBLE

LA MEJOR HUMANIDAD POSIBLE

Aquello que se mueve en el infinito,
aquello tan extraño es el ser humano provisto de nada,
viene de buscar el mundo,
solo trae sueños y acaso algo de memoria;
sabe pensar, amó a destajo
y acumuló mudas de caricias.
Aquella que ya no llora es una mujer
recién besada, aquel otro es un niño
o el dibujo de un niño por engendrar;
los ancianos se han reunido en la plaza
para inventar un columpio, las niñas juegan,
el vacío es un cajón para las esperanzas;
le haremos unas trenzas a la tarde,
escribiremos un libro con muchas emociones,
haremos que vuelvan las golondrinas
y que la ofensa sea un olvido.
Si vienes del infinito habrás adivinado
que estamos promocionando
una humanidad distinta
donde sean de hormigas los ejércitos
y tú seas siempre un premio.
Y aquello del infinito se parecerá más a lo soñado.


Ramón Llanes.

LA LIBERTAD DE REÍR

LA LIBERTAD DE REÍR



Parece que la nebulosa política nos desvía claramente del sentido del humor, que ya no se oyen chistes en las calles, en las reuniones y en los bares. Parece como si, poco a poco, se fuera perdiendo esa seña de identidad de nuestro carácter. Presumo que no es así pero sí he notado que la cuota de participación que teníamos en la gracia disminuye o al menos se limita a situaciones muy especiales. Ánimo, no podemos mostrar síntomas de apatía frente al humor. Reír es un alimento imprescindible para el estado de bienestar aunque no conste en los requisitos ni en las estadísticas ni en los tratados de psicología.

El círculo de mentideros que genera toda esa cantera de cosas graciosas sigue tan vivo en nuestra vida como la propia luz, como la hospitalidad o la alegría. La aparición de otros elementos distorsionantes no ha de evitar que la conversación se encamine al último chiste, anécdota, gesto o “golpe”, la raíz está comprometida y no han desaparecido las gentes simpáticas que tienen gracia para hacernos pasar ratos de tanto agrado, que también reír evita arrugas y penas.

No se olvide que “comedia es igual a tragedia más tiempo”, así se restauran aquí los motivos para la risa, la guasa y el buen humor. Y escribo de esto después de recordar a todos aquellos amigos que me hicieron convivir amablemente con la liturgia de la risa y que ya dejaron este escenario. Hoy, tú y yo, nos reiremos juntos de tanta seriedad.




Ramón Llanes.

martes, 20 de agosto de 2024

GENTE

Gente.


Estuve en la solana, en campo abierto

y había gente que buscaba algo en los árboles,

recorrí las calles donde mucha gente huía de la prisa,

tropecé con el dolor y seguía habiendo gente a sus espaldas,

en el mismo sitio me encontré con gente dispuesta,

paseantes, aventureros, enfermos,

se crecían en la búsqueda de lo etéreo

y jugaban a entretenerse con la felicidad

dando por hecho haberla encontrado en las afueras.


Ramón Llanes.

ESTE DEBER COMPRADO DE CADA DÍA

ESTE DEBER COMPRADO DE CADA DÍA

Este mayo profundo con fervores,
esta misión perdida de ironía,
este corcel que vuela y no se fía,
esta canción robada, estos señores.
Esta doble doblez, estos colores,
esos rizos, esa cama vacía,
ese paisaje loco de poesía,
este querer sin ser, estos amores.
Déjame que llegue hasta tus manos,
te pondré de besos la boca llena,
te traeré de lejos lo más cercano
y cambiaré por tí toda mi pena,
y me dirás amor y seré ufano,
pisarás conmigo agua y arena.

Ramón Llanes.