POEMA DE MADERA De madera el tonel que empresta solaz al sarmiento, de madera estatua de estirpe presidiendo la simbología en el paso del hombre. De madera se hacen las finuras y las fortalezas y las manos se convierten en caricias acariciadas cuando vierten mundo al respeto del
tronco y se conjugan en simpatía y sacrilegio, en esa adoración mutua; después o al tiempo, la mirada, la creación completa en una tabla vieja que antes fortaleciera la techumbrede la alcoba. Allí está todo, nada falta al esculpidor que le busca, sin apariencia de espeleólogo, una tira de felicidad, un momento de heroicidad a la astilla y la secciona de parte a parte aprovechando el hilo con
precisión de relojero. Madera en badajo, en aldaba, en cornucopia, en vino, en sorbo de aire próximo al serrín y madera en el fuego, último
intento al agrado y penúltima utilidad. Madera viva en la vida del tiempo, indeleble, insurrecta y
cálida. Ramón Llanes.
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