FITETÚ LO PERVERSO
Llevaba días sin lectores, mis tristezas y mis desventuras no tuvieron
acogida, siempre escribí del bien, del respeto, algo sobre la convivencia y
algunos versos sueltos sobre la paz y la cosa no resultó, no tuvo gancho
suficiente para ser apoyado en las redes. Ayer rompí los esquemas y me solté el
pelo insultando por doquier a diestro y siniestro (más al diestro), diciendo
barbaridades, mentiras, perversidades, insolencias y me aparecieron
contestaciones descalificándome como ser humano, como escritor y hasta como
loco; me han denunciado en los juzgados inactivos, en el Constitucional, en las
iglesias, en los mercados, en los bancos, he recibido más de cuatro mil
rechazos y una retahíla de ofensas e improperios que nunca había oído. Ahora
soy el perseguido de esta justicia social que es la pandemia de la grosería que
simula la moralidad pero he alcanzado más fama en este puto día que en toda mi
noble vida escribiendo sobre la bondad. Y me estoy planteando dimitir como
miembro activo del contrato social de mi mundo. Y lo haré en las redes, así se
enteran más y mejor.
Ramón Llanes.
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