Difícil y enrevesado vocablo que
no está recogido como tal en el diccionario y que no se conserva ni siquiera la
forma de escribirlo porque puede ser “guirguejo” o “guilguejo”, sin embargo se
refiere a una parte de la tripa del cerdo que en las matanzas se daba a los
niños para que jugaran soplándola hasta llenarla de viento y aparentara un
globo. Este rito era esperado por los zagales que observaban esa liturgia con los
ojos pendientes, sin perderse apenas un detalle de cuanto sucediera. Eran
matanzas caseras que solían hacerse en la puerta de las chozas de los huertos y
a la cual acudía todo cuanto perro y gato hubiera por alrededor. Tal vez no sea
palabra usada en muchos pueblos pero mis
paisanos sí sabrán de qué les hablo. Ahí queda.
Ramón
Llanes. 10.11.2025
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