RECOMPENSA
No
mejora la piel con el olvido
ni
el tiempo pierde la memoria
ni
desaparece la costumbre de pensar.
No
se me caen las cosas de las manos
si
me nombran
ni
me domino el vuelco del corazón
ni
pierdo el sabor de la nostalgia.
No
consigo saborear la ternura de la ausencia
ni
me quedan provisiones para tanta soledad
ni
he recibido consejos del diablo.
No
me acuso de vivir
ni
me molesta ni me alegra
más
bien me ha perdonado la muerte
tantas
veces como lo pedí
o
más bien me aceptó de nuevo la vida
tanto
como para soportarla.
No
me hace falta rendir cuentas
del
dolor ni del veneno,
solo
los versos de la tierra
que
me escribe
me
identifican con un apunte
de
sueño, mi recompensa.
Ramón
Llanes.
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