AQUELLA TARDE
Al sur mismo de aquella algarabía
de música y distancia,
con viandas de campo y ropa de paseo,
en el alto del lugar,
estuvo el poeta recitándote
una glosa de búsqueda
que no llegó a manjar de merienda
como quiso el deseo.
Y el poeta con las tristes horas
a cuestas de la tarde,
perdió la sorpresa
en el nublado paciente,
se caló el sombrero, calló,
y dejó a la sombra inútil
de un tronco sin luz,
una leve sonrisa.
Ramón Llanes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario