Sancha Maestre, Casto
Aroche.
SABOR DEL ALMA
Sol encendido sobre la calma
orillada de occidente.
Aladas dunas en el ocaso celeste
vestidas de blanco embrujan
la marea amplia y creciente
en la luz callada de Onuba.
Surcando se halla el cielo
con la caricia febril de la luna
hasta besar sin rubor sus desvelos.
Con los labios de la penumbra
se adentra a descubrir el mundo
saciándose de alejadas premuras.
Tímida abre su alcoba
y al horizonte se asoma
para ver partir los veleros
anclados tras las sombras
con adioses marineros.
Se hace sur de tierra salada,
marisma dulce en las entrañas.
Cabezo vigía en el alma,
tartesa y niña mimada.
Se hace eco por ventura,
se hace mar, se hace puerto,
sabor de apacible alimento
cuando Huelva se desnuda.
De la Antología HUELVA ES VERSO.
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