MOCIÓN DE CENSURA Y
ALABANZA
Ocurrió ayer martes 21 de marzo
que mientras en las instancias importantes legislativas del estado se debatía a
modo de pantomima la frustración de unos contra la acción de otros, el mundo
ajeno: los seres que respiran, andan, trabajan, se preocupan, se mueren, aman y
conviven, ese universo de latidos de sensualidad celebraba el día mundial de la
poesía. Ellos se censuraban con gritos insultantes, nosotros recitábamos versos
en las calles -también en Huelva- pronunciando una alabanza necesaria al
sentimiento. Nosotros gastamos 50 euros en un cartel donde figuraban los poetas
de nuestras vidas, ellos gastaron acaso más de 10 millones de euros; nosotros
disfrutamos todo el día, ellos sufrieron; nosotros comentamos delicadezas,
ternuras, metáforas, ellos desordenaron la convivencia; nosotros -poetas, amas
de casa, profesores, arquitectos, albañiles, periodistas- nos abrazábamos
después de cada poema, ellos se lanzaban improperios; nosotros hicimos un canto
a la libertad, a las artes, a las letras y a las personas, ellos se
significaron como apólogos de la insidia.
Como ya es hoy y ha pasado la
palabra por encima de la tormenta pienso que por ventura la poesía nos salvó de
ellos.
Ramón
Llanes. 22 marzo 2023.
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