LOS ENCANTOS DEL DÍA

 LOS ENCANTOS DEL DÍA

Acaso sin demasiada fugacidad pero con la premura de mis genes se me adentró la mañana y en ella estuve el rato de pasearla hasta encontrarme con Gómez con quien sonreí, me habló de pájaros, de billar, de Paymogo, de gurumelos, de nosotros y antes de terminar el trecho se me acercó Joaquín a saludarme con la delicadeza de un amigo de siempre; luego, con el otro Joaquín, fui a conversar de libros y proyectos; seguía dirigiéndome al encanto por las urbanas calles de la Huelva tranquila y de sopetón me saluda Alicia a quien me costó reconocer porque se ha cambiado el pelo y ahora tiene gafas y me pareció que ella sola adornaba todo el paisaje y hablamos de afectos y familias. Ya merecía volver al hogar, me esperaban una llamada de Ana, desde el Andévalo, una larga video conferencia con Laura departiendo cuestiones técnicas y acabando en lírica, un breve asunto con Moncho, la copa de convivencia con Gumer y Marcos y la vuelta a la onírica misión del almuerzo. La tarde me llevó a estar con Helena y Adolfo para disfrutar de arte en el Berdigón 14 de la escena más plácida, escribí la inspiración del éxtasis vivido y me senté a saborear un libro. Y quedé con ganas de más encantos.

Ramón Llanes 2.3.23