EMOCIONES.
Jamás fuimos
conscientes de cuando inventamos nuestra primera emoción, éramos aún parte de niñez.
El primer deseo pudo ser el llanto, el segundo, el hambre, el tercero el sueño,
y así iniciamos una lista larguísima de emociones que con el transcurso de la
vida se han ido aumentando, modificando y modelando. Pero nosotros somos
inventores protagonistas de nuestras propias emociones. Recuerdo que un hombre
al que me unían lazos de sangre me explicó en una ocasión la manera de inventar
emociones y me dio una serie de consejos para evitar inventos de emociones
tristes. Observa- me decía- el camino del agua por su senda de escorrentías,
barrancos, riberas o ríos, siempre transita con distinta ceremonia, a veces
corre, a veces se detiene, a veces se despeña, a veces se evapora, a veces se
duerme; el agua lleva consigo muchos deseos y quiere convertirlos en emociones.
Quizá una emoción del agua sea su insipidez, otra será su desasosiego, y así,
en su contínuo devenir va inventando sus emociones. El agua tiene prisa, grita,
calla, se enfada o muere, como cada persona; y crea sus deseos, fíjate en su
color, cambia de color según su estado de ánimo o su lugar de residencia o de
nacimiento; y es más o menos sabrosa dependiendo de su fidelidad a algo o
alguien. Todas estas formas del agua son sus emociones.
Un hombre cansado
siente la emoción del descanso o sencillamente descansa sin tener emoción
alguna, otro hombre ha gozado sintiendo en plenitud la emoción del amor y una
mujer la siente de igual manera; y un niño es ya de por sí un manojo de
emociones.
Aquel hombre me ayudó
a conspirar con él en las emociones, nos dimos baños de emociones en la niñez,
en la juventud, en la madurez; ambos pertenecíamos a esa especie de locos que
se pasan la vida emocionados, sabedores del paso del tiempo y de la grata
medicina que era una emoción para el alma. Ahora observo el agua en su
tránsito, en estado puro, la sigo y le escribo conclusiones para mi enseñanza.
Y esta que os cuento es la más importante el
agua nace con muchas metas y crea muchas emociones, camina, se propone llegar y
unas veces lo hace con inteligencia y otras con tesón.
Será primordial
alcanzar una determinada meta pero será más reconfortante alcanzarla con
emoción.
Ramón Llanes.
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