ODA
IMPERFECTA A LO VIVIDO ¿A quién
dedicaré mi ternura? ¿a quién mi turbulencia?. Acaso a
la tierra. Sí, hincaré mi travesía en la tierra. Con la
rabia de un herido o la insatisfacción de un pródigo. Acabaré
deshollinando mi alma, sin dios, sin premio, sin una
emérita y luctuosa catarsis. A la tierra, el cuerpo y la
firmeza, la santidad y los vicios. A la tierra, la ensoñación y las
penalidades. A la tierra, a la boca más profunda de la tierra dedicaré
la parte de vida que le corresponde.
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