RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

lunes, 30 de septiembre de 2024

AQUÍ

 AQUÍ

Si aquí hay libros y se juega a saber,
si se puede soñar,
si aquí se consigue una tarde de sosiego
olvidado de discordias,
si el mundo está encerrado en estas paredes,
si no hay miedo ni fanatismos ni voces,
si puedo leer la paz del universo
y entender a los pájaros, si aquí se aprende de amor,
si seré luego más humano,
si en esta biblioteca está la vida,
déjenme entrar y nunca me permitan salir.
Ramón Llanes.

HOY VENGO A QUEJARME

 HOY VENGO A QUEJARME

Hoy me quejo del odio, del racismo, de la hipocresía, de la insolidaridad, del fanatismo, de las guerras, del incordio, de la discordia, del desamor, del precio del agua, del poco sentido del humor de los políticos, de lo poco cariñosa que es mi prima, de los rasgos comunes que poseen los asesinos, de la poca voluntad de algunos, de lo poco que nos tienen en cuenta a los escritores, de la falta de cultura de otros, de la falta de tiempo de muchos, de la inmadurez de algunos mayores, del miedo de muchos niños, de la falta de espacios para recitar poemas, de los esquemas tan intolerantes, de las leyes hechas en contra de nosotros, de quienes hacen leyes imposibles, de quienes maltratan, de quienes matan, de quienes amordazan, de quienes ganan siempre.
Hoy me quejo de esa parte del mundo que no está organizada para que sea más habitable por los habitantes, me quejo de la muerte indolente, de los avaros, de los codiciosos, de los soberbios, de las calamidades, del hambre, de la metralla, del mentiroso, del dictador. Hoy no me tocaba quejarme pero los foros se presentan, a veces, propicios para las quejas y jamás se debe desaprovechar un foro. Me han dado la palabra y la he convertido en queja, como si la palabra y la queja fueran patrimonio mío, único y personalizado; como si yo estuviera en posesión de la verdad de la queja, como si esto fuera el departamento de quejas del mundo o una delegación y estuvieran aquí presentes los encargados de solucionar todas las quejas. Qué iluso, pues me da igual, hoy me quejo también de la queja.
Pero sobre todo me quejo, por quejarme, por dormir esta noche con la conciencia más tranquila por haberlo soltado, por quedar bien ante vosotros y me concedáis una buena nota y cuando me encontréis por la calle comentéis aquello de: “qué interesante es este tipo, qué comprometido con la sociedad, qué valiente”- pues también de eso me quejo. Y de que sea indiferente quejarse.

Ramón Llanes

domingo, 29 de septiembre de 2024

EL OTOÑO


 

ARRUGAS

  ARRUGAS

 

 

            Hay un precipicio entre la sensación de belleza y la propia belleza, los paisajes tienen el don de parecernos bellos, es bello el mar, son bellas las tardes de lluvia, la alegría tiene esa facultad innata para ser siempre bella, el cuerpo humano es bello, son bellos los sentimientos, es expresamente bella la verdad, hay todo un recetario de personas y cosas que responden a los cánones de belleza tal como la disciplina ética de la civilización lo tiene asumido y entendido. El libro de los gustos sí existe, cada cual lo lleva impreso en el carácter y aquello que está calificado como bello viene ya consensuado por una mayoría.

            Alguien vino a acuñar la frase de “la arruga es bella” porque el momento lo requería para destronar los modos excesivamente convencionales y en efecto rompió moldes y consiguió que a partir de entonces se le prestara más atención a las arrugas, aunque bien mirado cada arruga es una imperfección de la ropa, la piel o el paisaje. La vida toda tiene sus arrugas, el tiempo va dejando sus imponderables huellas y aquello perfecto se deteriora con su transcurso. Ya hemos aprendido, nuestros criterios de razonabilidad se mueven en otros ámbitos, la arruga es aceptada, como es aceptado el óxido en las cosas, la vejez en los muebles, la antigüedad en los monumentos, todo se ha convenido desde un tácito consentimiento y la arruga ha dejado de ser imperfección.

            La arruga no está subordinada  a los gustos ni al modismo ni a los consejeros ni a la publicidad, no tiene rebeldía para imponerse a los tropeles que la rechacen, es esquiva a la insolencia y se determina en el más convencional de los halagos. La arruga, además, posee ternura, se ha formado tanto en el deleite que se presenta como el resultado más bello de la huella del tiempo en el sentir de las personas. La arruga viene a suplir la entelequia del orgullo, del excesivo orgullo y del denostado cuidado por el cuerpo hasta límites de hedonismo. En la vida de cada cual existe un hueco arrugado que conserva el sentido más puro de su cualidad como ser humano y perdura y nunca se perderá y será el tiempo quien lo mejore. Las arrugas de la vida son bellas como la misma vida. O eso me parece.

 

 

            Ramón Llanes

viernes, 27 de septiembre de 2024

GUERRAS DE OTOÑO


GUERRAS DE OTOÑO

Cada vez que huele a fusil
asoma la muerte por la última rendija de la vida,
es su vicio maldito, su colofón pensado
con entretenimientos y verdad;
los hombres no huelen,
han perdido el olfato de la paz,
sucumbieron a la seducción de los credos,
ahora son líderes de algo miserable,
son inventores de las guerras de otoño
que fueron hechas para salvar a la humanidad
del sueño que desprendían las sonrisas.
Las bestias que incitan al castigo
se persignan antes de ordenar al verdugo,
son hombres de plomo,
pastores divinos desorientados del afecto,
son hombres que adoran a dioses impuros
y evolucionan con ojos desiguales,
con manos tatuadas de asco.
Nadie sabe, nadie aprendió a detectar maldades,
nadie impide que las guerras sean
promocionadas, nadie sabe cuidar
el grito famélico que deja el otoño
en las crisálidas noches de la presunta vida.
Nadie ha reparado en el dolor.

Ramón Llanes.

jueves, 26 de septiembre de 2024

UN MINUTO

 UN MINUTO.
 
 
Déjame por ahí encima , mismo en la mesa,
o en la almohada donde anoche me soñaste que yo era de sueño
o en la camisa que me regalaras en un cumpleaños
que nadie cumplió y fue nuestro,
o en el tintero que ya no usas para escribirme,
o en la percha color canela del armario de la alcoba,
o en el libro de poemas que lees con pasión,
o en el picaporte de la cancela
o en el viejo sobre que conservas en el estuche de costura
o en el baúl de la entrada
o en el espejo donde dices que siempre me ves
o en la tarrina de mantequilla
o en el palco del teatro
o en la espuma del jabón cuando te arriscas
o en el décimo de lotería que compramos en ningún sitio
o en la cesta de la compra
o en el pincel
o en el mensaje de anoche desde donde me echabas de menos
o en el paisaje que refleja la luz que me inventas
o en tu cara mismo,
déjame por ahí encima un minuto de ti.
 
 
 
                                                         Ramón Llanes 
 

EL LOCO DEL TEJADO

  

 

EL LOCO DEL TEJADO

 

 

         Era como triste, insinuaba dejadez, cantaba por las tardes, se dormía en el tejado. Parecía hombre entre las luces que le sombreaban la cara, ya no está en el verdín de la parte norte, su propia historia se le cayó como una grúa en un terremoto, solo una armónica vieja ha dejado en el recuerdo de quienes nunca le amaron.

         La pared de enfrente le oía dialogar y aguantaba a sal y pimienta las rutinas del loco, retahílas y sermones, cuando no encíclicas, homilías y lo que tocara de pregón o de protesta. Pero antes que a él cayeron el tejado, esa fue la peor miseria de este relato de un proscrito que jamás tuvo nombre para ser llamado el loco del tejado y poco más, era su identidad. O su identidad fuera su grito, su canto desesperado pero sin desesperanza, su clase de declamación.

         Allí no, refieren las crónicas que no allí en el tejado de sus desvaríos sino en la sucursal del banco de la esquina, dejó un saldo apetecible para sobrinos inéditos y monjas desconocidas y al loco le brindan con champán y le hacen misas de ocho y le ríen y rezan para que haya alcanzado la vida eterna; y la pared de enfrente se mofa de los ritos que después de muerto se otorgan al loco. Y nada siquiera para quien se le hiciera cómplice en la queja, cuando vio que le cayeran encima su tejado y enlutara con una lágrima sin pestaña el sol de la pared de enfrente.

 

 

Ramón Llanes

miércoles, 25 de septiembre de 2024

PARA MUJERES

 PARA MUJERES.

Tú eres mujer y yo soy hombre. Los dos somos seres humanos adscritos a esta doctrina de vivir. Los dos somos alternativa y complemento. Los dos navegamos a la par, hacemos la misma singladura, andamos por la mar y los caminos, nos bañamos en el sol que nos alumbra, vamos con la cara de paz por las tierras que nos nacen, tenemos el prestigio de saber amarnos. Ya no somos tú o yo, ya somos tú y yo; seres dispuestos a no carecer de esperanzas.
Mujer, amiga, compañera, amante, esposa, inspiradora, para que desde tu tesis sea yo el hombre que amas, el que esperas, quien te inspira, el compañero, el amante, nunca seas de mí la dueña ni yo dueño de tu alma. Así, los dos, con la garantía de comprendernos que nos da nuestro mismo respeto.
Rllanes

PARA LA VIDA

 
PARA LA VIDA
 
 
Ayer no estaba para amar,
hoy me cansan los ruidos,
mañana te perseguiré en una telaraña
y bailaremos
a compás de viento
en la soledad de nuestra aventura.
Iremos frágiles al convite
deseando el calima y los besos
en aquella simbólica verdad que nos hicimos
para entendernos
o en la otra pasión hundida en el alma
o en el roce
o en la lágrima
o en nosotros mismos quemados
en  nuestro propio fuego.
Iremos a la vida a encontrarnos
y escanciar juntos un beso.
Me gusta arriesgar contigo la esperanza.
 
 
Ramón Llanes.

PALABRAS

 PALABRAS

 

            Para no perderse en la ilógica y ambular a compás de tiempo, la Real Academia de la Lengua Española ha tenido a bien añadir a nuestro ya lustroso diccionario cinco mil palabras más que vienen a asegurarnos una mejoría en el hablar y en el entendimiento. No son inventadas estas nuevas palabras, son producto del uso común de toda la comunidad que viene utilizándolas hasta convertirlas en cotidianas y necesarias.

            Esta incorporación supone un avance para el lenguaje porque se adoptan vocablos de otros países, se recogen iniciativas, se añaden algunos que se suelen utilizar y además se insertan nuevas tendencias y formas lingüísticas de gran valor en otras culturas de habla hispana. Es importante que la lengua se vaya construyendo a través de las expresiones de uso y no al contario.

            De las nuevas palabras que comienzan a tener vigencia institucional para poder emplearlas en el habla sin miedo al error, se encuentran algunas que nos llaman cierta atención. La palabra amigovio, es una de ellas, proviene de Méjico y otros países hispanoamericanos y se inscribe en nuestro diccionario como una relación afectiva entre dos personas de menor categoría que el noviazgo. La palabra cagaprisas viene a definir al impaciente. Y nos destaca, sobre todas, una palabra importante de mucho uso desde hace mucho tiempo que nunca pareció disfrutar del consenso necesario para su introducción en el diccionario, nos referimos a serendipia. Es un vocablo precioso que significa hallazgo casual de algo valioso. Hasta ahora no teníamos vocablo que nos pudiera conducir a expresar este concepto. Serendipia tiene una raíz muy interesante que proponemos para un estudio posterior o para una consulta de los lectores. Consideramos será de suma importancia en la utilidad general. Añade el comentario que, por ejemplo, el hallazgo de la penicilina puede considerarse como serendipia.

            Dejamos este panorama en las manos de nuestra lengua para que sea un instrumento más, preciado y apreciado, para la mejor armonización del sistema que poseemos para comunicarnos. Un excelente patrimonio.

 

            Ramón Llanes. 

martes, 24 de septiembre de 2024

EL PAISAJE

 EL PAISAJE

Me detengo en el paisaje, lo miro, lo observo, lo analizo; ¡qué sería de mi si no existiera, qué sería de nosotros¡. Persigo ese paisaje, le busco la identidad, trato de involucrarme en su mancha, en su charco, me admite y me llena más. Cada paso es un paisaje, no se acaban, ¿cuántos existen?, ¿dónde están los lugares sin paisajes?. Y cada hora el mismo paisaje parece otro, será por el sol; es por el sol; la luz le llega más filtrada o más suave, y le influye.
Después quiero hacer un paisaje que no esté inventado y lo traigo a mis ojos y me parece distinto a los demás cuando en realidad le había puesto un trocito de cada uno de esos más insignes que guardaba en mi memoria, pero he creado un paisaje solo para mi; trato de ponerle más color o menos bruma, lo explico y consigo que le guste a mi amigo; él me dice que quiere inventar un paisaje y se va a la mar y allí le pone mucha espuma y me dice que le ha salido demasiado blanco pero nos gusta. Convencemos a la familia para que cada cual se invente un paisaje y lo hacemos después de la cena; nos entregamos la descripción como si fuéramos amigos invisibles y nos sorprendemos. Disfrutamos cada cual con su paisaje inventado.
Al día siguiente proponemos en la oficina un concurso de paisajes inventados. Por la tarde, cada cual presenta el suyo y se otorga el premio al conserje de la oficina que propuso un paisaje con árboles frutales y pareció el más original. El regalo al premio fue una cámara de fotos para captar paisajes o seguir inventando paisajes.
Se sucedieron los acontecimientos y la voz se corrió por los pueblos y en las escuelas había clases de paisajes, y en los talleres se inventaban paisajes y se consolidó la idea hasta el punto de tratarse a nivel político en los plenos de los ayuntamientos y los concejales aprendieron a inventar paisajes y desde entonces la vida comenzó a tener otro aliciente. A estas alturas hasta el menos romántico sabe inventar un paisaje y lo hace bien y le gusta y lo enseña con orgullo.
Ramón Llanes



LA TORMENTA

 LA TORMENTA

¿Oyes la tormenta?,
son quejíos del alma rota
a causa de la ausencia.
Me llama
o se enfurece el universo,
no entiende de amor perdido,
o disimula.
Cada vez que la oigas
óyeme con ella,
es la única manera
que tengo
de quejarme.
Ramón Llanes

lunes, 23 de septiembre de 2024

INSTANTES

 INSTANTES

 

         Pulsar el óvulo de un sentimiento ocupa el mismo instante que acabar con la licitud de la vida; cada gesto minúsculo y cada catástrofe se producen en la más mínima parte de una brevedad sin afectar a la grandeza del acontecimiento ni a su consecuencia; un instante hace una felicidad y hace una muerte, desvanece capacidades, muerde conciencias y puede determinar un futuro con una línea perfecta e indestructible. Qué será un instante más allá de un tiempo pequeño!, qué ingenios le sostienen y le avalan!.

            La percepción para definir este germen ínsito en cada ser depende de la óptica desde la cual se utilice el juicio de valor; si irrumpe la visión trágica, si la poética, si la optimista, si la locura, de cualquier página instantánea surgen intuiciones de valor o mensajes difuminados que garantizan una necesidad del disfrute del instante. Solo un pensamiento, una sola mirada, una razón, un destello, la más insignificante sorpresa, le menor idea, el mayor descubrimiento, todo está enclavado en instantes de vida.

            De igual manera pudiera parecer que cada instante tiene una historia o una misión propia pero cada historia es un instante hecho, cada fugacidad es una historia de sensaciones anteriores que intervienen en una creación íntima sin arquitectura previa, solo forjado en la espontaneidad de los acontecimientos dados por la estancia en los escalones del hábito de vivir. Instantes que fueron suspiros, luego complicidad, más tarde emoción y siempre eterna incertidumbre de sucesos que mantienen en vilo los huesos y actualizada la expectativa.

 

            Ramón Llanes 

domingo, 22 de septiembre de 2024

DESDE LA LUZ DE LA MARISMA

 DESDE LA LUZ DE LA MARISMA

La marisma está donde siempre, dotada de la sal olorosa de siempre; los esteros son formas que pone la naturaleza en los sitios privilegiados y que luego la mar mima, endulza y anega, con la luz que se reparte por los prados azules, entre espátulas, flamencos y garcillas, como una metáfora. En otoño, con todo el sol aplastando las aguas, los habitantes de la ciudad, los templarios de portuarias, desviven su tiempo por la causa de darse a la luz lúdica de la marisma, allá donde colombinos fatuos embellecen la pared de la orilla y donde anidan los pensamientos de la Onuba febril y solvente, donde la Ria es un nuevo emblema.
A este lado dejó de vaciar el tren sus minerales, los pescadores siguen en la faena, las salinas son aún paisaje telonero de una efervescente ciudad que trata de cuidarse desde la luz de la marisma. Acudirá la noche, vendrán quienes prueben que estar es plácido, se quedarán en el banco del atardecer todos los habitantes románticos de este nuevo tren del progreso que pondrá alas en el embarcadero de la ilusión, mientras los sones del festín colombino y su luciérnaga amenizarán los ratos del trajín sosegado de mis compañeros, vecinos, amigos, artistas, libreros y todo el glosario de gentes de buen vivir que se han quedado a descifrar el indescifrable honor de Huelva y su luz y su marisma, ahora que se han puesto de acuerdo los solsticios y los hombres.

Ramón Llanes.

viernes, 20 de septiembre de 2024

PROTAGONISTA

PROTAGONISTA

Ponte en lo peor, piensa que en un momento cualquiera te olvidan, que se superponen circunstancias adversas y te das cuenta que ya no eres el protagonista de tu propia vida, que has pasado a un papel secundario donde apenas saben tu nombre y acaso el color del pelo. Entonces te dedicas a descuidarte, a romper moldes de abrazos, a caer mal en el aparcamiento, a insultar a los afeminados, a protestar en el restaurante; mírate en una cola del supermercado oliendo a humanidad, en una ventanilla del banco, mírate cómo has cambiado al no sentirte protagonista de tu vida y cómo intentas hacerte valer y hablas por los codos y te apuntas a las manifestaciones a las que nunca fuiste y te sacas el carnet de una formación política y eres elegido para repartir octavillas y empieza a saludarte el público que antes no te daba importancia; imagínate todo eso y luego vienes y me lo cuentas.

Ramón Llanes.

CALLEJEROS

CALLEJEROS



El único credo del nómada es la supervivencia, a costa del dolor, la incertidumbre o la vida, un credo especial que aplasta a estos callejeros que ponen color o música a nuestra ciudad, entretenida en otro menjunje, en su película cotidiana, en su identidad, pero ellos se dejan ver en los espejos del tiempo, entre hambre, desconsuelo o indigencia. Son también azúcar de nuestra sociedad, incluso si le observamos desde un tono más humano caemos en la cuenta que somos nosotros mismos conviviendo con otra vestimenta.

Los callejeros entienden más de ansias que de política, más de miradas que de consumo, más de sueños que de miedos, más de adivinar cómo es un hombre que se les acerca. Los callejeros que inundan plazas y semáforos están tan prendidos al sentimiento que se juegan la tacha por cualquier palabra de afecto. Nosotros mismos otra vez, con cara de voluntad y con arañazos de tristeza, ellos se nos parecen o son nuestra prolongación. Siempre enseñan, en idiomas ininteligibles, cómo es el agradecimiento.

Pongamos por caso que algo de simbiosis existe en este galimatías donde se enfrentan confort y desvelo, quizá sea distinta nuestra reacción de mañana al recibir en la ventanilla del coche el gesto amargo de ese otro yo que nos solicita un compromiso y sonríe aunque no le atendamos. Minúscula vida.



Ramón Llanes

FELICES, LOS RICOS

FELICES, LOS RICOS
En las esferas de lo absurdo, pobres de espíritu y ricos en tenencias, razas viejas no contrapuestas, tampoco rivales, incluso muchas veces compatibles pero ambas rozando lo irrazonable. Nadie tendrá que levantar la cabeza, ya lo vemos, predomina lo absurdo. Comprar ha dejado de ser una necesidad para convertirse en un compromiso. Los ricos son felices, dicen los pobres. Los pobres tienen menos preocupaciones y viven mejor, dicen los ricos.
Las dos razas se parten la cara para sobrevivir. Los términos medios o no existen o están en el paro , porque la clase de los medios, azotada por todos los costados, solo transita para mejorar, con una dosis de esfuerzo indeleble.
Felices los ricos, felices serán los pobres, felices los medios y felices todo vecino que se lo proponga y tenga voluntad de hierro, capacidad, inteligencia y varios etcéteras. Se trata de un reino en el que pueden entrar todos, sin obligación de carnets, ideologías o religiones. La manía es encasillar, para definir, para seleccionar, para almacenar y para calificar, que lo demás importa menos que un bledo.
Los pobres ricos se quedarán en una red de consumo siendo felices por obligación y los pobres pobres se acostumbrarán a ser estereotipos de buscadores de la felicidad. Los medios escucharán las quejas de unos y otros. A las tres razas les resultará imposible ser felices.

Ramón Llanes.

jueves, 19 de septiembre de 2024

MIRADAS DE AMANTES

 
MIRADAS DE AMANTES.
 
 
Apenas el arcoíris de otoño
se pondrá lazo de luto,
tristeza el carril de cieno,
pena el tiempo;
y una angustia eterna
nublará las miradas
por cada vez
que dejen
de mirarse los amantes.


Ramón Llanes.

LA BELLEZA DE LAS PALABRAS

 LA BELLEZA DE LAS PALABRAS

Alguien propuso en Internet un juego para elegir la palabra más preciosa del castellano, casi sin especificar reglas, ni disciplina de votaciones; de manera libre, con la anarquía del gusto, el personal adicto ha llegado hasta cincuenta mil y a la postre ha elegido esa palabra que conforma más exactamente y responde mejor al perfil de belleza instaurado, repito, sin normas. Y no se ha elegido una palabra sino su concepto, su significado. Baste decir que ante la inexistencia de limitaciones cualquiera del diccionario podría valer, pero interesa comentar que la palabra es agnóstica, libre, incauta, que la palabra es solo vocablo, ritmo, cadencia, armonía. Extraña que se eligiera “amor” seguida de “madre” y que palabras con significados menos dulces, menos usados, hayan pagado su culpa.
Me inclino por la elección del vocablo puro, con su armonía a la pronunciación, con su ritmo. Palabras que llenan la boca y abren la voz, que la sostienen, que la elevan; o palabras que impulsan el sonido o lo mantienen en una nota, como una corchea perdida que endulza el canto. Me gustan las esdrújulas, casi todas; me encantan crepúsculo, plácido, libélula, símbolo, tránsito, lógico, ética. Estas palabras y otras de la estirpe responden, creo, con mejor sentido a la belleza, son signos que otorgan toda la armonía a los textos.
Ramón Llanes

LA HUELGA DEL JUEVES

 LA HUELGA DEL JUEVES.

La típica huelga de diálogo entre palestinos e israelitas, la huelga constante de tolerancia en un sinfín de esquemas de esta sociedad que padecemos, la huelga de la paz que asedia a millones de seres, la huelga de la abstención de la droga, la huelga de besos que se da con frecuencia en muchas muchas parejas, la huelga de la dignidad cuando cambiamos el espíritu por cualquier tiesto, la huelga de guerras que la estamos esperando desde Caín y Abel y nos moriremos sin conocerla, la huelga de leer que se hace todos los días y alcanza índices de participación insospechados, la huelga de belleza que la vemos en edificios y ciudades y nos acostumbramos, la huelga de buen trato en las relaciones comerciales, la huelga de los vicios que nunca caemos cuando debemos hacerla, la huelga del desamor que debería ser diaria y no lo es. Y miles de huelgas más que hacemos y no deberíamos hacer y miles de huelgas más que no hacemos y deberíamos hacer.
El jueves habrá huelga de alegría en medio mundo porque morirán muchas gentes por culpa de la insolidaridad de otros. El mismo jueves habrá huelga de sonrisas en muchos hospitales del mundo porque alguien se desespere entre vivir y morir. El jueves también habrá huelga de abrazos en el mundo y huelga de elegancia en los foros donde se debaten las cosas importantes de los países. Y no habrá el jueves huelga de envidias. Ni el jueves llegarán los piquetes al Parlamento para obligarles a entenderse. Ni un piquete se presentará en casa para que algún marido haga huelga de violencia.
El jueves será un gran día para estas huelgas.
Ramón Llanes

miércoles, 18 de septiembre de 2024

REZOS

 REZOS


Los modos del ruego proceden de épocas ancestrales y se han propagado a través de las religiones, conviniendo todas en su necesidad como fórmula para establecer una especie de paz con el dios rogado y un medio de desahogo de pesares que se consideran inundan pensamientos y sentimientos del individuo. Es en esencia terapia,-colectiva o personal-, para el confortamiento del espíritu que acude a la plegaria en petición de sosiego, a veces ofreciendo algo a cambio, a veces comprometiéndose a extraños cumplimientos, todo para lograr un estado de vacío de culpa que evite su propia alteración mística.
Del adónde irán los rezos nadie se pregunta, no existe metodología religiosa que ofrezca respuesta más o menos coherente con la realidad. De para qué sirve la oración tampoco se cuestiona y ni un revés han recibido las religiones de alguien que haya probado su ineficacia. El rezo es un consuelo íntimo que desde el silencio y la reflexión ayuda a permanecer un tiempo consigo mismo y colabora en el estado de felicidad deseado; una terapia, como dijimos, para solventar aquello que no se sabe solucionar de otra manera tan a mano y tan fácil de utilizar como esta.
Los rezos no tienen lugar de llegada, no solucionan el hambre del mundo, no ayudan a impedir una guerra ni llevan oferta de magia capaz de milagrear. A los santos o dioses a quienes se dirigen no están atentos al misil de los ruegos en tono diario, dando cuenta real de ello, -como auténtico hecho científicamente probado- la continuidad de la desmejoría de la especie y del lugar donde esta habita, a pesar de la infinidad de plegarias, rezos, oraciones y ruegos que tantos seres humanos dirigen como útiles en la salvaguarda de la paz, la felicidad, la armonía mundial, etc. Toda una vida rezando no ha conseguido saciar el hambre apenas una sola vez a un cualquiera ser necesitado.
Con el rezo no se quiebran miserias, solo se engañan conciencias.


Ramón Llanes

martes, 17 de septiembre de 2024

LA PRIMERA CITA

 LA PRIMERA CITA

(Cuento)
Peña y Alonso tuvieron su primera cita, -de aquello hace ya veinticinco veranos- en un lugar elegido en un azar con prisas -hace veinticinco veranos-; el sentido de una pasión nueva tuvo consecuencias amables para el amor, se cumplieron algunos sueños, se dio larga vida a la pasión, sucedieron casi todas las cosas que suceden cuando las apuestas se hacen infinitas y las entregas se mantienen constantes y llenas. Luego vinieron desencantos, algún terremoto, la crisis de los acontecimientos equivocados, el sofoco de las inclemencias, la ronquera de Alonso, la huida de Peña; vinieron tantos vientos adversos que la cita se volvió incómoda y en una tarde de primavera se rompió un cántaro con agua que mojó los pliegues amorosos del vestido de la vida manchando el tiempo hecho por ellos y destrozando la imagen que ambos habían construido en la arena de sus quimeras y desde entonces Peña y Alonso se conocen a tientas y casi que se olvidan, pero de eso hace ya veinticinco veranos.

Ramón Llanes. 18.9.2024.

DISCAPACITADOS

 

DISCAPACITADOS


         No existen milagros en esta sociedad, tenemos nosotros que solventarnos nuestros problemas y nuestros asuntos. Y así vamos de aquí para allá confiando en nuestras fuerzas, sin esperar que desde las alturas nos saquen las castañas del fuego. Y en el mismo tren, comemos todos juntos, conversamos y nos divertimos. A los discapacitados aún se les exige que se pasen la vida reivindicando posiciones como si esto fuera solo para los  más listos o los más avispados, y no es así. En ese tren están y conviven, románticos, pasotas, locos, apátridas, conformistas y presos. En ese tren a veces, los discapacitados no pueden subir porque no ponen pasamanos, otras no tienen el asiento adecuado, otras les tratan como a seres extraños, y han de andar superando muchas barreras, incomprensiblemente.

         Y si la sociedad la abonamos y la conservamos entre todos, para todos deben ser los adelantos, el progreso, la existencia y la felicidad. Partiendo desde la idea primera que es el nacer hasta la última que es la despedida, desde una acera suficiente a un cine, desde una letrero a un semáforo, desde un coche a un libro. Todo debidamente adaptado, pero ¿desde dónde partimos?, sin duda desde la conciencia, desde el respeto.

         Campañas publicitarias no servirán de mucho, valdrá la conciencia colectiva desde los medios, y desde la individualidad. Y todo para que los discapacitados no tengan que gritar, para que no se vean en la obligatoria necesidad de pedir, ellos son elementos protagonistas de esta sociedad, tan válidos como el más válido, tan inteligentes como el más inteligente.

         Esta es nuestra casa, este es nuestro tren de viaje a todas partes, pues vayamos juntos en la misma onda; cabremos, aún cabemos; dígaselo al vecino, hágalo usted, piénselo; como si se hablara del tiempo o del partido de anoche. Ellos, los discapacitados no necesitan nuestra ayuda ni nuestra tolerancia, necesitan el mismo confort que los demás tienen, ni más ni menos. ¡Ah¡ ¡y las mismas emociones¡.

 Ramón Llanes.

 

 

 

 

lunes, 16 de septiembre de 2024

CLASES DE PENSAR

  

CLASES DE PENSAR

 

 

Si de nuevo fueren costumbre la soledad, el pensamiento, la palabra, como armas, como útiles de vivir, lienzo donde se plasmaran además colores de emocionantes sentimientos y al caer en los ojos se expresaran y se compartieran ideas para dejar quizá la vida, acciones para alcanzar quizá los sueños, de nuevo la intimidad, con acento de luz, la creación, el ser vivo en estado puro, lo imaginado, entonces impartirían en la academia clases de pensar para los listos que se apuntaran, para quienes escribieran su sobrenombre con esperanza, para quienes aludieran al conocimiento en su interés.

Otra vez el golpe que arrasa la mediocridad y corta viento áspero convirtiendo zumo de ademanes, de formas, de identidad. Ni existencia de trastos, poca rabia, salud a las templanzas, al concierto y a las revelaciones. Irían a la academia desecho de políticos, tardíos eclesiastas y toreros sin taleguilla; asumirían el programa, pertenecerían al elenco de los escogidos en el lugar donde no se echan los leones a la arena ni el artista es un mito.

Las clases de pensar serían para mirarnos la sombra, apretar los dientes, ensimismarse, rectificar, adormecer o engullir errores. Para cuando, de nuevo, fuere costumbre iniciar el contacto con la vida, evitados nosotros de prácticas endógenas y la palabra heredara al pensamiento. Y la conclusión admitiera apuntes.

 

 

 

 

Ramón Llanes. 

CAMBIOS

 CAMBIOS

 

 

Cambiemos la puerta de atrás, el tendedero, la estufa, la cabaña, el sol en la esquina, el nombre de las cosas, el miedo al frío, el número treinta y tres. Cambiemos la lujuria, el tintero, la pizarra, el peinado, la puesta de sol, el día de ayer, la canción de los besos. Cambiemos la luz cenital de la alcoba, el arroz de la paella, la minifalda, el dolor de cabeza, el hospital cerrado por obras; cambiemos la cara, el gesto de cobardía, los manoseos al pomo dorado, el negro de la noche, la calidad de los panes, el salmo cuarenta y dos, la pintura de las paredes.

Cambiemos el cambio, ahora que nos da tiempo, que tenemos mucha esperanza por delante.

 

 

 

Ramón Llanes. 

domingo, 15 de septiembre de 2024

JUAN

 JUAN.

 

         Conozco a un Juan con pelo castaño, entrado en edad, rechoncho y bonachón que suele hacer las delicias de los amigos. El fútbol es una de sus pasiones ilimitadas y se busca tiempo y lugar para verse al menos tres durante los fines de semana. Es hombre apacible, comilón y siempre con sueño; juega su quiniela y se hace castillos en el aire antes de mirarla los domingos por la noche; y a pesar de su actitud amable y benevolente pierde los nervios cuando no gana su equipo.

         Conozco a otro Juan totalmente ido y ajeno a la farándula de esta vida, romántico, liberal o anárquico, que viste siempre chaqueta negra y parece un observador de la Vía Láctea. Este pasa de fútbol, quinielas, televisión y coche; es feliz con un libro y fuma en pipa; pasea por las tardes como queriendo bebérselas por completo, pero no soporta que su compañera de vida se cambie continuamente de peinado y le suele montar el guirigay.

         Otro Juan que conozco trabaja desde la aurora hasta el ocaso, es servicial y atento, agradable y educado; estudió el bachiller con buen expediente pero se quedó en el negocio de su padre. Siempre se le ve con prisas, alternando su tarea con la presidencia de la Asociación cultural que con cierta dignidad y tesón lleva desde hace años. Es un Juan con alma de líder y mirada alta, que, sin embargo se altera en exceso cuando las cosas no le salen del todo bien.

         Hay otro Juan, travieso y pertinaz, pintoresco y libre que saca de quicio al más “pintao” por su reticente discusión sobre temas insignificantes. No es muy dado al trabajo pero tiene suerte y la vida le va bien. Es de esos hombres a quien se le nota tanto la felicidad como la tristeza. Dentro de su ánimo sosegado no soporta los días de lluvia y vocifera con vehemencia sin importarle el lugar.

         Hay y existen muchos Juanes, que ni siquiera han oído hablar de la luna llena y que se cabrean por la nada. Juanes y Manolos y Pepes y Domingos y Marias y Carmelas y Rosarios. E incluso son felices.

 

 

                                       Ramón Llanes

AB STRACTOS

 ABSTRACTOS

La extraña longitud de las miradas, los sonidos del eco que proporcionan las palabras, un arcoíris despintado por un descuido del encargado del universo, la lluvia que restriega su osadía una tarde de julio en un lugar del sur, la intolerancia de una madre que desea evitar el amamantar a la niña para dedicar su tiempo a poseerse de ganglios en las retinas del miedo, el confort del vago, la insatisfacción de los amados, el trajín de las hormigas que no se cansan de recoger para un invierno que nunca llega, el compromiso incierto de todos los que nunca recuerdan lo que prometieron, la velocidad de un sueño cortada por la ingratitud de una realidad, un crepúsculo invadido de tortugas en una isla sin alimento, la insensatez de los poderosos, las cuatro verdades que jamás se cantaron en la alcoba al maltratador, la finalidad del trabajo cogida con alfileres de molde, la furia de quienes protestan contra el olvido de quienes son protestados, las mil promesas que nunca fueron cumplidoras, el humo tan negro que suelta la dolencia de los que no tienen otro patrimonio que el hambre, la voracidad de los avaros que en cualquier rincón encontraron cobijo para sus travesuras, el infortunio de creerse feliz y nunca serlo. Abstractos de esta vida.
Ramón Llanes.

sábado, 14 de septiembre de 2024

JUNTOS

Juntos


Hemos abierto juntos los oasis, nos distinguimos

por copiar de quienes se aman cómo subir peldaños

y cómo atesorar premura en los bolsillos,

hemos cerrado juntos

las balsas humedecidas del olvido,

supimos juntos del arqueo

y de las soledades, fuimos hormigas del mismo harén

y mansedumbre frente a la hondonada,

nos quemamos juntos, nos parimos juntos en gemidos

y alientos, nos tenderemos juntos

cuando suene el último acordeón.


Ramón Llanes

HOY NO ES DICIEMBRE

HOY NO ES DICIEMBRE

Aunque mil veces me atosigue la idea de la lluvia, aunque tenga hoy nostalgia de charcos, aunque no quiera distinguir una hogaza de una tormenta, me pongo a escribir del termómetro, de las libélulas o de diciembre; tuve antaño melancolía de invierno, ahora carezco de melancolía, me falta tiempo y se me escapa la saliva, me asustan pocas cosas, me muerden pocos sueños, me altero lo justo, camino con alpargatas de versos, uno en cada dedo, el endecasílabo en los labios del pie, las metáforas en la planta, un soneto en las uñas; vuelvo a equivocarme y ya no soy capaz de enfadarme conmigo, no es diciembre y tampoco lo echo de menos en mi calendario, estoy en las postrimerías de un setiembre cálido, ya maduraron los higos, el agua escasea, me pierdo sin sentido en estos comentarios sobre el invierno cuando en realidad solo deseo que me tengas presente y me leas, te necesito tanto....

Ramón Llanes

viernes, 13 de septiembre de 2024

TRAGALUZ

TRAGALUZ



El diccionario de nuestra lengua define TRAGALUZ como “ventana abierta de un techo o en la parte superior de una pared, generalmente con derrame hacia adentro” y añade como sus sinónimos: claraboya, lucerna, ventana. Fiel a sus códigos y a su ética lingüística, la norma que ampara nuestra forma de escribir y de hablar, nos acerca a un término que se arropa en dos conceptos, uno positivo: “tragar luz y aportarla a los lugares más oscuros” y otro negativo “robarle luz al espacio para llevarla a otro espacio”; ambos son admisiones en cualquier contexto que se planteen y conceden una pista para la creación de vocablos con idénticas cualidades conceptuales y útiles casi como para atrevernos a proponer a la Academia: tragavida, tragaagua, tragasueño, tragasol o tragatodo, porque estos aun no están considerados con validez suficiente para estar incluidos. Antes de su aprobación quede este apunte como una reflexión pacífica y mañanera sin otro ánimo que invitar a los lectores al uso del diccionario. Por cierto, la palabra tragaluz es la palabra designada por la RAE para el día de hoy, sábado 14 de setiembre.



Ramón Llanes. 14.09.2024

NOSOTROS

39.- nosotros
Nosotros esculpimos en hielo la batalla de los versos,
nosotros, en silencio, nombramos las palabras,
nosotros no estamos encerrados en la tierra,
nosotros somos los soldados de la séptima nube
que hemos llegado a renovar los libros
que están escritos con tintas de mordaza
y máquinas de insidias y castigos;
hemos llegado a turbar la apatía de la Paz
y soliviantar las conciencias hasta ofuscarlas.
Hemos venido los poetas, los músicos, los pintores
y los capitanes de las dunas
y los sucesores del crisol de las aguas
y los lectores del libro de los hombres.
Se ha llenado el tiempo de gozadas sin caries
para desmembrar los minutos, hundir la bravía rectitud
y salir con el mundo en las manos
corriendo hacia el aire, para librarlo del esperma
contagioso de la venganza. Corriendo hacia el aire
con los dedos poblados de utopías y de concordias
y la cabeza puesta en los versos de música
que han escrito los pintores
en este primer escenario de esta primavera de la vida.
Ramón Llanes.