AQUÍ
RAMÓN LLANES
lunes, 30 de septiembre de 2024
AQUÍ
HOY VENGO A QUEJARME
HOY VENGO A QUEJARME
domingo, 29 de septiembre de 2024
ARRUGAS
ARRUGAS
Hay
un precipicio entre la sensación de belleza y la propia belleza, los paisajes
tienen el don de parecernos bellos, es bello el mar, son bellas las tardes de
lluvia, la alegría tiene esa facultad innata para ser siempre bella, el cuerpo
humano es bello, son bellos los sentimientos, es expresamente bella la verdad,
hay todo un recetario de personas y cosas que responden a los cánones de
belleza tal como la disciplina ética de la civilización lo tiene asumido y
entendido. El libro de los gustos sí existe, cada cual lo lleva impreso en el
carácter y aquello que está calificado como bello viene ya consensuado por una
mayoría.
Alguien
vino a acuñar la frase de “la arruga es bella” porque el momento lo requería
para destronar los modos excesivamente convencionales y en efecto rompió moldes
y consiguió que a partir de entonces se le prestara más atención a las arrugas,
aunque bien mirado cada arruga es una imperfección de la ropa, la piel o el
paisaje. La vida toda tiene sus arrugas, el tiempo va dejando sus imponderables
huellas y aquello perfecto se deteriora con su transcurso. Ya hemos aprendido,
nuestros criterios de razonabilidad se mueven en otros ámbitos, la arruga es
aceptada, como es aceptado el óxido en las cosas, la vejez en los muebles, la antigüedad
en los monumentos, todo se ha convenido desde un tácito consentimiento y la
arruga ha dejado de ser imperfección.
La
arruga no está subordinada a los gustos
ni al modismo ni a los consejeros ni a la publicidad, no tiene rebeldía para
imponerse a los tropeles que la rechacen, es esquiva a la insolencia y se
determina en el más convencional de los halagos. La arruga, además, posee
ternura, se ha formado tanto en el deleite que se presenta como el resultado
más bello de la huella del tiempo en el sentir de las personas. La arruga viene
a suplir la entelequia del orgullo, del excesivo orgullo y del denostado
cuidado por el cuerpo hasta límites de hedonismo. En la vida de cada cual
existe un hueco arrugado que conserva el sentido más puro de su cualidad como
ser humano y perdura y nunca se perderá y será el tiempo quien lo mejore. Las
arrugas de la vida son bellas como la misma vida. O eso me parece.
viernes, 27 de septiembre de 2024
GUERRAS DE OTOÑO
GUERRAS DE OTOÑO
Cada vez que huele a fusil
asoma la muerte por la última rendija de la vida,
es su vicio maldito, su colofón pensado
con entretenimientos y verdad;
los hombres no huelen,
han perdido el olfato de la paz,
sucumbieron a la seducción de los credos,
ahora son líderes de algo miserable,
son inventores de las guerras de otoño
que fueron hechas para salvar a la humanidad
del sueño que desprendían las sonrisas.
Las bestias que incitan al castigo
se persignan antes de ordenar al verdugo,
son hombres de plomo,
pastores divinos desorientados del afecto,
son hombres que adoran a dioses impuros
y evolucionan con ojos desiguales,
con manos tatuadas de asco.
Nadie sabe, nadie aprendió a detectar maldades,
nadie impide que las guerras sean
promocionadas, nadie sabe cuidar
el grito famélico que deja el otoño
en las crisálidas noches de la presunta vida.
Nadie ha reparado en el dolor.
Ramón Llanes.
jueves, 26 de septiembre de 2024
UN MINUTO
UN MINUTO.
Déjame
por ahí encima , mismo en la mesa,
o
en la almohada donde anoche me soñaste que yo era de sueño
o
en la camisa que me regalaras en un cumpleaños
que
nadie cumplió y fue nuestro,
o
en el tintero que ya no usas para escribirme,
o
en la percha color canela del armario de la alcoba,
o
en el libro de poemas que lees con pasión,
o
en el picaporte de la cancela
o
en el viejo sobre que conservas en el estuche de costura
o
en el baúl de la entrada
o
en el espejo donde dices que siempre me ves
o
en la tarrina de mantequilla
o
en el palco del teatro
o
en la espuma del jabón cuando te arriscas
o
en el décimo de lotería que compramos en ningún sitio
o
en la cesta de la compra
o
en el pincel
o
en el mensaje de anoche desde donde me echabas de menos
o
en el paisaje que refleja la luz que me inventas
o
en tu cara mismo,
déjame
por ahí encima un minuto de ti.
Ramón
Llanes
EL LOCO DEL TEJADO
EL LOCO DEL TEJADO
Era
como triste, insinuaba dejadez, cantaba por las tardes, se dormía en el tejado.
Parecía hombre entre las luces que le sombreaban la cara, ya no está en el
verdín de la parte norte, su propia historia se le cayó como una grúa en un
terremoto, solo una armónica vieja ha dejado en el recuerdo de quienes nunca le
amaron.
La
pared de enfrente le oía dialogar y aguantaba a sal y pimienta las rutinas del
loco, retahílas y sermones, cuando no encíclicas, homilías y lo que tocara de
pregón o de protesta. Pero antes que a él cayeron el tejado, esa fue la peor
miseria de este relato de un proscrito que jamás tuvo nombre para ser llamado
el loco del tejado y poco más, era su identidad. O su identidad fuera su grito,
su canto desesperado pero sin desesperanza, su clase de declamación.
Allí
no, refieren las crónicas que no allí en el tejado de sus desvaríos sino en la
sucursal del banco de la esquina, dejó un saldo apetecible para sobrinos
inéditos y monjas desconocidas y al loco le brindan con champán y le hacen
misas de ocho y le ríen y rezan para que haya alcanzado la vida eterna; y la
pared de enfrente se mofa de los ritos que después de muerto se otorgan al
loco. Y nada siquiera para quien se le hiciera cómplice en la queja, cuando vio
que le cayeran encima su tejado y enlutara con una lágrima sin pestaña el sol
de la pared de enfrente.
Ramón Llanes
miércoles, 25 de septiembre de 2024
PARA MUJERES
PARA MUJERES.
PARA LA VIDA
PARA LA VIDA
Ayer no estaba para amar,
hoy me cansan los ruidos,
mañana te perseguiré en
una telaraña
y bailaremos
a compás de viento
en la soledad de nuestra
aventura.
Iremos frágiles al convite
deseando el calima y los
besos
en aquella simbólica verdad
que nos hicimos
para entendernos
o en la otra pasión
hundida en el alma
o en el roce
o en la lágrima
o en nosotros mismos
quemados
en nuestro propio fuego.
Iremos a la vida a
encontrarnos
y escanciar juntos un
beso.
Me gusta arriesgar contigo
la esperanza.
Ramón Llanes.
PALABRAS
PALABRAS
Para no perderse en la ilógica y
ambular a compás de tiempo, la Real Academia de la Lengua Española ha tenido a
bien añadir a nuestro ya lustroso diccionario cinco mil palabras más que vienen
a asegurarnos una mejoría en el hablar y en el entendimiento. No son inventadas
estas nuevas palabras, son producto del uso común de toda la comunidad que
viene utilizándolas hasta convertirlas en cotidianas y necesarias.
Esta incorporación supone un avance
para el lenguaje porque se adoptan vocablos de otros países, se recogen
iniciativas, se añaden algunos que se suelen utilizar y además se insertan
nuevas tendencias y formas lingüísticas de gran valor en otras culturas de
habla hispana. Es importante que la lengua se vaya construyendo a través de las
expresiones de uso y no al contario.
De las nuevas palabras que comienzan
a tener vigencia institucional para poder emplearlas en el habla sin miedo al
error, se encuentran algunas que nos llaman cierta atención. La palabra amigovio, es una de ellas, proviene de
Méjico y otros países hispanoamericanos y se inscribe en nuestro diccionario
como una relación afectiva entre dos personas de menor categoría que el
noviazgo. La palabra cagaprisas viene
a definir al impaciente. Y nos destaca, sobre todas, una palabra importante de
mucho uso desde hace mucho tiempo que nunca pareció disfrutar del consenso
necesario para su introducción en el diccionario, nos referimos a serendipia. Es un vocablo precioso que
significa hallazgo casual de algo
valioso. Hasta ahora no teníamos vocablo que nos pudiera conducir a
expresar este concepto. Serendipia tiene una raíz muy interesante que
proponemos para un estudio posterior o para una consulta de los lectores.
Consideramos será de suma importancia en la utilidad general. Añade el
comentario que, por ejemplo, el hallazgo de la penicilina puede considerarse
como serendipia.
Dejamos este panorama en las manos
de nuestra lengua para que sea un instrumento más, preciado y apreciado, para
la mejor armonización del sistema que poseemos para comunicarnos. Un excelente
patrimonio.
Ramón Llanes.
martes, 24 de septiembre de 2024
EL PAISAJE
EL PAISAJE
LA TORMENTA
LA TORMENTA
lunes, 23 de septiembre de 2024
INSTANTES
INSTANTES
Pulsar el óvulo de
un sentimiento ocupa el mismo instante que acabar con la licitud de la vida;
cada gesto minúsculo y cada catástrofe se producen en la más mínima parte de
una brevedad sin afectar a la grandeza del acontecimiento ni a su consecuencia;
un instante hace una felicidad y hace una muerte, desvanece capacidades, muerde
conciencias y puede determinar un futuro con una línea perfecta e
indestructible. Qué será un instante más allá de un tiempo pequeño!, qué ingenios
le sostienen y le avalan!.
La percepción para definir este
germen ínsito en cada ser depende de la óptica desde la cual se utilice el
juicio de valor; si irrumpe la visión trágica, si la poética, si la optimista,
si la locura, de cualquier página instantánea surgen intuiciones de valor o
mensajes difuminados que garantizan una necesidad del disfrute del instante.
Solo un pensamiento, una sola mirada, una razón, un destello, la más
insignificante sorpresa, le menor idea, el mayor descubrimiento, todo está
enclavado en instantes de vida.
De igual manera pudiera parecer que
cada instante tiene una historia o una misión propia pero cada historia es un
instante hecho, cada fugacidad es una historia de sensaciones anteriores que
intervienen en una creación íntima sin arquitectura previa, solo forjado en la
espontaneidad de los acontecimientos dados por la estancia en los escalones del
hábito de vivir. Instantes que fueron suspiros, luego complicidad, más tarde
emoción y siempre eterna incertidumbre de sucesos que mantienen en vilo los
huesos y actualizada la expectativa.
Ramón Llanes
domingo, 22 de septiembre de 2024
DESDE LA LUZ DE LA MARISMA
DESDE LA LUZ DE LA MARISMA
viernes, 20 de septiembre de 2024
PROTAGONISTA
CALLEJEROS
CALLEJEROS
El único credo del nómada es la supervivencia, a costa del dolor, la incertidumbre o la vida, un credo especial que aplasta a estos callejeros que ponen color o música a nuestra ciudad, entretenida en otro menjunje, en su película cotidiana, en su identidad, pero ellos se dejan ver en los espejos del tiempo, entre hambre, desconsuelo o indigencia. Son también azúcar de nuestra sociedad, incluso si le observamos desde un tono más humano caemos en la cuenta que somos nosotros mismos conviviendo con otra vestimenta.
Los callejeros entienden más de ansias que de política, más de miradas que de consumo, más de sueños que de miedos, más de adivinar cómo es un hombre que se les acerca. Los callejeros que inundan plazas y semáforos están tan prendidos al sentimiento que se juegan la tacha por cualquier palabra de afecto. Nosotros mismos otra vez, con cara de voluntad y con arañazos de tristeza, ellos se nos parecen o son nuestra prolongación. Siempre enseñan, en idiomas ininteligibles, cómo es el agradecimiento.
Pongamos por caso que algo de simbiosis existe en este galimatías donde se enfrentan confort y desvelo, quizá sea distinta nuestra reacción de mañana al recibir en la ventanilla del coche el gesto amargo de ese otro yo que nos solicita un compromiso y sonríe aunque no le atendamos. Minúscula vida.
Ramón Llanes
FELICES, LOS RICOS
jueves, 19 de septiembre de 2024
MIRADAS DE AMANTES
MIRADAS DE AMANTES.
Apenas el arcoíris de otoño
se pondrá lazo de luto,
tristeza el carril de cieno,
pena el tiempo;
y una angustia eterna
nublará las miradas
por cada vez
que dejen
de mirarse los
amantes.
Ramón Llanes.
LA BELLEZA DE LAS PALABRAS
LA BELLEZA DE LAS PALABRAS
LA HUELGA DEL JUEVES
LA HUELGA DEL JUEVES.
miércoles, 18 de septiembre de 2024
REZOS
REZOS
martes, 17 de septiembre de 2024
LA PRIMERA CITA
LA PRIMERA CITA
DISCAPACITADOS
DISCAPACITADOS
No existen
milagros en esta sociedad, tenemos nosotros que solventarnos nuestros problemas
y nuestros asuntos. Y así vamos de aquí para allá confiando en nuestras
fuerzas, sin esperar que desde las alturas nos saquen las castañas del fuego. Y
en el mismo tren, comemos todos juntos, conversamos y nos divertimos. A los
discapacitados aún se les exige que se pasen la vida reivindicando posiciones
como si esto fuera solo para los más listos
o los más avispados, y no es así. En ese tren están y conviven, románticos,
pasotas, locos, apátridas, conformistas y presos. En ese tren a veces, los
discapacitados no pueden subir porque no ponen pasamanos, otras no tienen el
asiento adecuado, otras les tratan como a seres extraños, y han de andar
superando muchas barreras, incomprensiblemente.
Y si la sociedad la abonamos y la conservamos entre todos,
para todos deben ser los adelantos, el progreso, la existencia y la felicidad.
Partiendo desde la idea primera que es el nacer hasta la última que es la
despedida, desde una acera suficiente a un cine, desde una letrero a un
semáforo, desde un coche a un libro. Todo debidamente adaptado, pero ¿desde
dónde partimos?, sin duda desde la conciencia, desde el respeto.
Campañas publicitarias no servirán de mucho, valdrá la
conciencia colectiva desde los medios, y desde la individualidad. Y todo para
que los discapacitados no tengan que gritar, para que no se vean en la
obligatoria necesidad de pedir, ellos son elementos protagonistas de esta sociedad,
tan válidos como el más válido, tan inteligentes como el más inteligente.
Esta es nuestra casa, este es nuestro tren de viaje a todas
partes, pues vayamos juntos en la misma onda; cabremos, aún cabemos; dígaselo
al vecino, hágalo usted, piénselo; como si se hablara del tiempo o del partido
de anoche. Ellos, los discapacitados no necesitan nuestra ayuda ni nuestra
tolerancia, necesitan el mismo confort que los demás tienen, ni más ni menos.
¡Ah¡ ¡y las mismas emociones¡.
lunes, 16 de septiembre de 2024
CLASES DE PENSAR
CLASES DE PENSAR
Si de nuevo fueren costumbre la soledad, el pensamiento, la palabra,
como armas, como útiles de vivir, lienzo donde se plasmaran además colores de
emocionantes sentimientos y al caer en los ojos se expresaran y se compartieran
ideas para dejar quizá la vida, acciones para alcanzar quizá los sueños, de
nuevo la intimidad, con acento de luz, la creación, el ser vivo en estado puro,
lo imaginado, entonces impartirían en la academia clases de pensar para los
listos que se apuntaran, para quienes escribieran su sobrenombre con esperanza,
para quienes aludieran al conocimiento en su interés.
Otra vez el golpe que arrasa la mediocridad y corta viento áspero
convirtiendo zumo de ademanes, de formas, de identidad. Ni existencia de
trastos, poca rabia, salud a las templanzas, al concierto y a las revelaciones.
Irían a la academia desecho de políticos, tardíos eclesiastas y toreros sin
taleguilla; asumirían el programa, pertenecerían al elenco de los escogidos en
el lugar donde no se echan los leones a la arena ni el artista es un mito.
Las clases de pensar serían para mirarnos la sombra, apretar los
dientes, ensimismarse, rectificar, adormecer o engullir errores. Para cuando,
de nuevo, fuere costumbre iniciar el contacto con la vida, evitados nosotros de
prácticas endógenas y la palabra heredara al pensamiento. Y la conclusión admitiera
apuntes.
Ramón Llanes.
CAMBIOS
CAMBIOS
Cambiemos la puerta de atrás, el
tendedero, la estufa, la cabaña, el sol en la esquina, el nombre de las cosas,
el miedo al frío, el número treinta y tres. Cambiemos la lujuria, el tintero,
la pizarra, el peinado, la puesta de sol, el día de ayer, la canción de los
besos. Cambiemos la luz cenital de la alcoba, el arroz de la paella, la
minifalda, el dolor de cabeza, el hospital cerrado por obras; cambiemos la
cara, el gesto de cobardía, los manoseos al pomo dorado, el negro de la noche,
la calidad de los panes, el salmo cuarenta y dos, la pintura de las paredes.
Cambiemos el cambio, ahora que nos da
tiempo, que tenemos mucha esperanza por delante.
Ramón Llanes.
domingo, 15 de septiembre de 2024
JUAN
JUAN.
Conozco a un Juan con pelo
castaño, entrado en edad, rechoncho y bonachón que suele hacer las delicias de
los amigos. El fútbol es una de sus pasiones ilimitadas y se busca tiempo y
lugar para verse al menos tres durante los fines de semana. Es hombre apacible,
comilón y siempre con sueño; juega su quiniela y se hace castillos en el aire
antes de mirarla los domingos por la noche; y a pesar de su actitud amable y
benevolente pierde los nervios cuando no gana su equipo.
Conozco
a otro Juan totalmente ido y ajeno a la farándula de esta vida, romántico,
liberal o anárquico, que viste siempre chaqueta negra y parece un observador de
la Vía Láctea. Este pasa de fútbol, quinielas, televisión y coche; es feliz con
un libro y fuma en pipa; pasea por las tardes como queriendo bebérselas por
completo, pero no soporta que su compañera de vida se cambie continuamente de
peinado y le suele montar el guirigay.
Otro Juan
que conozco trabaja desde la aurora hasta el ocaso, es servicial y atento,
agradable y educado; estudió el bachiller con buen expediente pero se quedó en
el negocio de su padre. Siempre se le ve con prisas, alternando su tarea con la
presidencia de la Asociación cultural que con cierta dignidad y tesón lleva
desde hace años. Es un Juan con alma de líder y mirada alta, que, sin embargo
se altera en exceso cuando las cosas no le salen del todo bien.
Hay
otro Juan, travieso y pertinaz, pintoresco y libre que saca de quicio al más
“pintao” por su reticente discusión sobre temas insignificantes. No es muy dado
al trabajo pero tiene suerte y la vida le va bien. Es de esos hombres a quien
se le nota tanto la felicidad como la tristeza. Dentro de su ánimo sosegado no
soporta los días de lluvia y vocifera con vehemencia sin importarle el lugar.
Hay y
existen muchos Juanes, que ni siquiera han oído hablar de la luna llena y que
se cabrean por la nada. Juanes y Manolos y Pepes y Domingos y Marias y Carmelas
y Rosarios. E incluso son felices.
Ramón Llanes
AB STRACTOS
ABSTRACTOS
sábado, 14 de septiembre de 2024
JUNTOS
Juntos
Hemos abierto juntos los oasis, nos distinguimos
por copiar de quienes se aman cómo subir peldaños
y cómo atesorar premura en los bolsillos,
hemos cerrado juntos
las balsas humedecidas del olvido,
supimos juntos del arqueo
y de las soledades, fuimos hormigas del mismo harén
y mansedumbre frente a la hondonada,
nos quemamos juntos, nos parimos juntos en gemidos
y alientos, nos tenderemos juntos
cuando suene el último acordeón.
Ramón Llanes
HOY NO ES DICIEMBRE
viernes, 13 de septiembre de 2024
TRAGALUZ
TRAGALUZ
El diccionario de nuestra lengua define TRAGALUZ como “ventana abierta de un techo o en la parte superior de una pared, generalmente con derrame hacia adentro” y añade como sus sinónimos: claraboya, lucerna, ventana. Fiel a sus códigos y a su ética lingüística, la norma que ampara nuestra forma de escribir y de hablar, nos acerca a un término que se arropa en dos conceptos, uno positivo: “tragar luz y aportarla a los lugares más oscuros” y otro negativo “robarle luz al espacio para llevarla a otro espacio”; ambos son admisiones en cualquier contexto que se planteen y conceden una pista para la creación de vocablos con idénticas cualidades conceptuales y útiles casi como para atrevernos a proponer a la Academia: tragavida, tragaagua, tragasueño, tragasol o tragatodo, porque estos aun no están considerados con validez suficiente para estar incluidos. Antes de su aprobación quede este apunte como una reflexión pacífica y mañanera sin otro ánimo que invitar a los lectores al uso del diccionario. Por cierto, la palabra tragaluz es la palabra designada por la RAE para el día de hoy, sábado 14 de setiembre.
Ramón Llanes. 14.09.2024