ALGO MEJOR QUE EL FÚTBOL
Este finde se setiembre ha sido un día importante para celebrar acontecimientos importantes en nuestras vidas, eventos que nos hicieron acercarnos a esas emociones que nos depara la existencia. La celebración de la vuelta al cole de los niños ya inmediata, el comienzo de la nueva lectura de un libro, con toda esa carga de grandeza que poseen los libros, con la enseñanza que los libros tienen, con la sabiduría que los libros ponen en cada ser humano, esa infinita gratitud que le debemos a los libros merece que le pofesemos un respeto especial y el mejor respeto para un libro es leerlo. También fue un finde de momentos familiares, de compañías hermosas, de gentes inmensas que se jugaron el bigote por los demás; en definitiva fue sencillo, casi normal y casi único.
La tarde trajo a casa el fútbol y cada cual disfrutó lo suyo, el partido fue bueno, los jugadores se mostraron al mundo con sus osadías permitidas pero algunos espectadores utilizaron el insulto después de la contienda. El insulto nunca es necesario, siempre molesta a alguien, siempre crea mal ambiente; y aquellos que se permitieron insultar son también personas sencillas, generalmente pacíficos, amables y buenos pero no se sabe por qué razón pierden más la compostura con la presunta injusticia que le hacen a su equipo que con la propia injusticia que generan los poderes de un estado. Acaso esto les quede siempre más lejos y el fútbol sea una excusa. Observo que para preocuparse mucho mucho por algo existen cosas con más grandeza que el fútbol. Ahora unos lloran y otros cantan y acaso no se dieran cuenta que algunos han perdido un día maravilloso.
Ramón Llanes
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