CON LOS PIES A CUESTAS.
Para cierre o apertura de un semanario
anodino de emociones escribo con los pies a cuestas, de cuando la cabeza es un
ocaso de intereses, la boca no sabe pensar y deshabla, las manos vienen a
poseer y los ojos se esconden para no ser mirados.
Es con los pies a cuestas como brindis
solidario a la restauración del viejo camino de hierro que nos conduce desde
tierras de minas a tierras de mar, nos hace fantástica la memoria, nos ayuda a
tener elegancia por conservar lo necesario y nos adentra en la planicie afable
de la historia.
Con los pies a cuestas, los pies del
tren, los pies de los pobladores, los pies del sosiego, los pies de los
fundamentos, los pies de la razón; con esos pies en el sentimiento aterrizan
las quejas del tiempo y para más alargarle su placer nos envidia por tener
plasma y poder para seguir preservando una identidad. Esto, con los pies a
cuestas, te lo dedico por todo cuanto nos amamos.
Ramón Llanes
No hay comentarios:
Publicar un comentario