EN LA SALA DE ESPERA
Esta semana
he asistido a una conferencia en donde el conferenciante hablaba de la
situación en la que se encuentra actualmente esta España nuestra.
Me llamó la
atención el símil que utilizaba comparándola con una persona ingresada en la
UCI de un Hospital cualquiera, y fuera, en la Sala de Espera, se encuentran los
familiares, desorientados, llenos de intranquilidad e incertidumbre por las
escasas noticias que les dan los médicos sobre el pronóstico del enfermo, pues
ni ellos mismos saben qué le sucede.
¿Realmente
estamos así? Incluso, puede ser que algo peor.
Esta
pandemia nos ha invadido a tope, no se han establecido las medidas de
prevención adecuadas y ahora, en estos momentos la enfermedad, nos ha infectado
totalmente.
¿Nos vamos
a quedar quietos, sentados en la silla de esa Sala de Espera? No, yo no me
conformo con una sola opinión, hay que salir a buscar una segunda opinión.
Buscar otros profesionales que analicen la situación y dar un diagnóstico con un
tratamiento adecuado.
Ha llegado
el momento de cambiar de estilos de política y de actitudes, olvidándonos de la
confrontación y de la descalificación de todo nuevo proyecto o iniciativa que
no consideremos como nuestro.
Tenemos que
poner lo mejor de cada uno y saber retirarnos con dignidad si no encontramos el
camino a seguir, posiblemente otros también tendrán capacidad para hacerlo.
Es el
momento del esfuerzo colectivo, de olvidarnos de lo personal, de buscar nuevas
iniciativas, y darles paso, porque si no
lo hacemos, nuestro país, nuestra comunidad, nuestra ciudad, sucumbirán.
Salgamos de
la Sala de Espera, el estilo actual ha fallado, levantémonos de la silla y
salgamos a perseguir otro horizonte. El cambio es signo de prosperidad, no lo
olvidemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario