UNA
MUJER.
A propósito
de la intervención de Pilar Manjón en el Parlamento.
Una mujer con ojos de dolor dejó
lágrimas entre las risas que ocupaban los escaños de una comisión
parlamentaria, era la angustia guardada de 198 familias heridas y desesperadas
que trajeron la voz a un foro que hasta entonces desconocía la pena. Ella es
Pilar, con el luto infectado en el alma, con la sangre ardiendo en la agonía,
con el péndulo de la muerte en cada suspiro. Es ella quien se atrevió a llevar
conciencia a las señorías e impedir que los estrados sigan oscuros de
sensibilidad.
Pilar fue la palabra de todas las
mujeres de este país de charanga y pandereta que pretenden cambiar lo insulso,
lo inadecuado, lo trágico y lo intolerante por la garantía de seguridad, por la
sensatez, por la convivencia pacífica. Algo se habrá quedado en aquel aire
viciado, algo de verdadero, de real, de sufrimiento, que sea capaz de reciclar
actitudes. Algo nuevo, con desesperanza, con rabia, con impotencia pero nuevo
para los tropeles y para la memoria.
Gracias Pilar por levantar tu voz y
llorarla, que de otra forma no te hubieran oído. Y ellos trinaron de vergüenza.
Gracias por representarme en la repulsa, gracias por recordarme que tú y el
resto de seres imprescindibles aún no habéis llegado al Parlamento.
Ramón
Llanes 17.12.04. Emitido en Cadena SER-Huelva
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