El sol primero
Acaso la ventana para emprender un viaje oportuno a los sitios del
agua y a las oquedades del tiempo que nos tocó ocupar; acaso escondernos de las pistas cotidianas. Este sol primero tan invernal como
atrayente es el misterio por donde empezar a compartir nuestros proyectos ciudadanos y personales. De aquí al infinito de cada cual y de todos.
Estas páginas se abren hoy a todos los aires, con el buen gusto por lo
bueno, con la delicadeza de saber contarlo con bondad y con el mimo a
dedicar a esta bondadosa tierra todo nuestro desparpajo y nuestra versatilidad. Seremos como soldados de la palabra en un intento continuo por
transmitir fuerza y lealtad.
Cuando este sol primero caiga en el amanecer, oiremos juntos el
silencio de la marisma contarnos labores de redes llenas y cuando el sol
primero se vaya con el mismo silencio por el horizonte cálido, volveremos a estar encintados a la sensualidad de estas emociones.
Y en esta ventana procuraremos celebrar festejos de Huelva y engancharnos en el intento de mejorar este páramo tan sutil y majestuoso al
que pertenecemos. Nuestra vieja Onuba será nuestra mejor referencia y
sus onubenses devocionales acamparán con todas las verdades hasta que
la ría exporte la veleidad y los compromisos.
He venido a ello, a estar, ocupar mi lugar de peonaje en este sol que
me propondrá siempre un estoico valor para el empuje, decir cuanto el
pensamiento me inspire y apegarme más aún a esta espiral de honestidades que hoy reinventamos.
Ramón Llanes. EL CAJÓN DEL SASTRE
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