Rómpeme la luz que desliza tu
recuerdo en la cenefa, sobramos en la
melancolía, ámame, acampa conmigo, el
jardín es nuestra alcoba, iremos quitando
músicas ocultas en nuestras emociones hasta mezclarnos con
el placer. Sé cómo nos gustan las
tardes, esos ocasos de tiempos
largos que reniegan de la
noche y se amparan en tus
ojos, esas muecas del mar
cubriéndose de lunas; sé cuántos adjetivos
tienen tus miedos, cómo andas dormida en
las vísperas, por qué te adulan los
besos. Agítame, será solo una
copla, como un adagio de
melodía de amante supurando en el hemisferio sur
el cauce amarillo que nos unta palabras por los labios y
aprendemos de pie y sonreímos con
máscaras de neblina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario