VEINTE DE
ENERO
Toca en
esta Onuba de nuestros amores un poquito de fiesta, toca paz de
procesión y mirada de capilla, toca también baile y asueto, en
calles que se engalanan para estar sencillamente más bellas. Luego
la vestirán los onubenses con ambiente de esperanzas y palmitos.
Ocasión para volverse a ver, para el abrazo, para la conversación,
para disfrutar de una vida distinta que solo tiene ámbito un día al
año.
Exquisito
mensaje para esta Onuba a la que nunca nos cansamos de amar.
Siempre
nos llega de sopetón este veinte de enero y sin embargo nos
acaricia, tanto acá en Onuba como en los muchos pueblos que
eligieron al bueno de Sebastián como patrón, nos enseña el
invierno y sacamos la ropa y presumimos de un pobre frío que a veces
hasta calienta.
A un
palmito de nosotros, tan solo a un palmito de la convivencia.
Ramón
Llanes.
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